El sector de las telecomunicaciones vivió un principio de año bastante activo en lo que respecta a la estructura de sus tarifas y precios. Los tres grandes operadores, Movistar, Orange y Vodafone, movieron ficha en este sentido. Y parece que dentro de poco volverá a haber cambios, aunque esta vez sea por obligación.

Así al menos lo ha dejado entrever la filial francesa en la presentación de sus resultados trimestrales. Desde Orange han preferido callar ante las preguntas claras sobre si habrá una próxima subida de precios por dos motivos que inciden directamente sobre este aspecto.

El primero de ellos tiene que ver con el consumo de datos móviles por parte de los clientes. Y es que ésta ha sido la excusa para los ajustes de tarifas llevados en los últimos meses. Con los pretextos de que los usuarios necesitan más datos, a cambio de mejores servicios se aumentan las tarifas. Y eso no va a cambiar.

El consejero delegado de Orange, Laurent Paillassot, ha explicado que el aumento del consumo de megas en el segmento móvil «seguirá creciendo». Así, en el último año, según datos aportados por el operador, el consumo medio por cliente ha pasado de 1,1 GB a 1,6 GB, en solo 12 meses. En este sentido, y siendo más cauto que meses atrás cuando todas las compañías negaban aumentos de precios, el CEO de los naranjas se ha limitado a explicar que el mercado sigue demandando más datos y que tendrán que estar pendientes de esa cuestión. Aunque atendiendo al razonamiento de las últimas subidas, parece que, en poco tiempo, podría haber nuevas reformulaciones de tarifas.

El fin de ‘roaming’ exige a Orange

El otro motivo que puede traer subida de tarifas en Orange, y el resto de operadores, tiene que ver con el final del roaming; es decir, el sobrecoste que se paga en la factura del móvil cuando se viaja fuera del país de origen.

Así, el operador naranja ha expresado su preocupación porque el fin del roaming a partir de junio va a obligar a los operadores de países turísticos, como es el caso de España, a tener «que invertir fuertemente» en zonas de afluencia de turistas para atender el incremento del tráfico sin tener ingresos extras. En la rueda de prensa, el director de Estrategia, Operadores y Regulación de Vodafone España, Julio Gómez, ha reconocido que el fin de los sobrecostes por utilizar el móvil en itinerancia «tiene efectos complicados».

Al igual que ha sucedido con su jefe, Gómez no ha querido hablar explícitamente sobre una posible subida de precios, aunque ha puesto un gran énfasis en el hecho de la inversión que deberán llevar a cabo en la mejora de infraestructuras para soportar ese aumento en el consumo de datos.

De esta forma, no ha querido dar la razón total a la consultora Altran cuando estima que habrá un aumento en el precio de las tarifas, haga lo que se haga, pero tampoco ha podido negar que no vaya a suceder. Quizá, y como el ejemplo anterior, no quieren volver a transmitir un mensaje que tendrán que desmentir dentro de unos pocos meses.

Orange con la máquina engrasada

Por lo que respecta a los resultados del primer trimestre, así como las variables de crecimiento en cuanto a fijo y móvil, Orange muestra que goza de bastante buena salud. Así, durante los primeros tres meses del año tuvo unos ingresos de 1.290 millones de euros, un 8,5 % más que en el mismo periodo de 2016, gracias a la evolución tanto del negocio móvil como del fijo.

Los ingresos del negocio móvil crecieron un 8,1 % hasta los 654 millones de euros, lo que la operadora ha atribuido a un enriquecimiento de las ofertas y el despliegue de la red 4G, además de al negocio mayorista. Orange cuenta con 15,7 millones de clientes en España, de los que 12,6 millones tienen contrato.

En cuanto al negocio fijo, los ingresos aumentaron un 7,5 % en el periodo hasta los 500 millones, a lo que contribuyó el incremento de la fibra y de los servicios de televisión. Orange España ya cuenta con 1,8 millones de clientes con fibra y 537.000 de televisión.

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