Amazon se ha hecho con el control de los libros, el negocio es suyo y pocos (por no decir ninguno) son capaces de plantarle cara. En EE.UU. sin embargo hay quien acaba de decirle que lo que hacen se llama monopolio.

A la compañía de Jeff Bezos le gustan los libros, le gusta tener una cantidad inmensa de libros que ofrecer a sus clientes. Para ser un poco más exactos, más de 700.000 obras forman parte de esa enorme librería que da visibilidad a miles de escritores a la vez que merma las expectativas de otros muchos.

A al mismo tiempo, teniendo tal variedad de libros y precios competitivos, Amazon pone contra las cuerdas a otras empresas más pequeñas que no son capaces de competir con su volumen de obras y precio.

En SABEMOS ya os contábamos cómo estas plataformas de distribución online de eBooks tratan de seguir adelante bajo la sombra del gigante, presentando la calidad como característica distintiva.

Sin embargo, en EEUU hay quien no soporta este sometimiento y ha decidido presentar una carta al Departamento de Justicia de Estados Unidos pidiendo la investigación de la gran librería online por violar, presuntamente, la ley antimonopolio, según publica The New Yorker.

La carta, emitida por el grupo Authors United, sostiene que mediante la reducción de los precios de los libros, Amazon ha creado un ambiente en el que los editores tienen verdadero miedo a publicar trabajos controvertidos o relativamente desconocidos ya que no serán capaces de generar los mismos ingresos que un ‘best seller’. Todo esto después de haber señalado no ser expertos en Derecho y decir que “esta carta no es un escrito legal”.

Los casos antimonopolio normalmente giran en torno a la protección de los consumidores frente a una empresa que cuenta con la mayor cuota de mercado, y en el que los precios fijados superan el valor real del producto. Y es que el mercado lo que busca es fomentar la innovación y proteger a los consumidores de los altos precios.

Vender muchos libros a un precio muy bajo sin reparar en calidad

El caso presentado por los autores estadounidenses es mucho más cualitativo y emocional, ya que se basa en la idea de que Amazon ha creado algo así como un «monopolio cultural» con el que obliga a los editores a aceptar solamente los contenidos que consiguen mayor audiencia, evitando así recurrir a la subida de precios. Dicho de otra forma, a Amazon lo que le interesa es vender muchos libros a un precio muy bajo, en lugar de pocas obras de calidad a un precio más alto.

«El tema más importante en nuestra opinión es el dominio que Amazon a través de sus obras de bajo precio, ejerce sobre el ecosistema del libro y las repercusiones potenciales que tiene sobre el libre flujo de información y la libertad de expresión», leemos en la carta.

Pero estas palabras parece que no van a servir para mucho, pues el Departamento de Justicia no va a hacer nada, ya que para que la acción de Amazon fuese considerada delito sería necesario que los consumidores fuesen perjudicados. Por lo tanto esta carta quedará poco más que en una nueva queja de las pequeñas distribuidoras hacia Amazon.

Imagen | Flickr – Aurelijus Valeiša

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