El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) abre a audiencia pública la Hoja de Ruta del Autoconsumo con el fin de identificar los retos y las oportunidades que presenta y establecer medidas para asegurar su despliegue masivo en España. De acuerdo con un estudio del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), en un escenario objetivo, el autoconsumo puede alcanzar los 9.000 MW de potencia instalada en 2030. Desde 2018, gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno tras eliminar el llamado ‘impuesto al sol’, el autoconsumo se ha multiplicado por 2,5, hasta alcanzar casi 600 MW instalados el pasado 2020.
La vicepresidenta Teresa Ribera ha anunciado el lanzamiento de la Hoja de Ruta esta tarde, en la Feria Internacional de Energía y Clima, GENERA 2021, que se celebra en IFEMA, Madrid, y ha destacado que «la Hoja de Ruta permitirá el despliegue masivo del autoconsumo, eliminar barreras y fomentar su aplicación en todos los sectores productivos, a la par que se desarrolla la cadena de valor y generación de empleo».
La vicepresidenta ha indicado que «estamos avanzando de forma importante en facilitar el crecimiento exponencial de las renovables, no sólo en su integración en redes y en entornos urbanos en general, sino en programas específicos, gracias a un Plan de Recuperación nos permite movilizar más de 1.500 millones de euros al autoconsumo. Queremos que esto sea una aventura no solamente energética, sino también industrial y con una alta participación social, porque vemos una respuesta sumamente interesante: los pequeños municipios, en poco más de un día, coparon toda la salida inicial de ayudas para contar con instalaciones de autoconsumo y eficiencia. La fotovoltaica, la hidráulica, la biomasa, la eólica… Nos permite pensar en futuro brillante para nuestro país desde un punto de vista energético y renovable».
En el marco estratégico de Energía y Clima, la elaboración de una Estrategia Nacional de Autoconsumo es uno de objetivos fijados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y constituye, a su vez, uno de los elementos clave de la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP), que persigue alcanzar una economía neutra en carbono en 2050. El borrador de la Hoja de Ruta también se enmarca en los compromisos recogidos en la Componente 7, Reforma 2, del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Este documento estratégico, en cuya elaboración se ha tenido en cuenta la contribución de agentes económicos, administraciones y la ciudadanía mediante la consulta previa convocada en julio de 2020, se somete ahora a información pública para reforzar el proceso de participación de cara a su aprobación definitiva.
Potencial del autoconsumo en España
España presenta ventajas competitivas frente a otros países cercanos para la implantación del autoconsumo, al disponer de mejores recursos renovables, especialmente en energía solar. Además, nuestro país ya cuenta con una sólida cadena de valor industrial, con fabricantes líderes mundiales de inversores y estructuras dentro del sector fotovoltaico, importantes fabricantes de turbinas minieólicas o grandes empresas de ingeniería y desarrollo.
La tecnología más empleada para autoconsumo es la solar fotovoltaica. En 2020 se instalaron cerca de 600 MW de autoconsumo solar y se estima que hay más de 1.500 MW acumulados en España. El mercado se ha multiplicado por 2,5 desde que en 2018 se derogase el denominado ‘impuesto al sol’ y el Gobierno promulgara un marco regulatorio favorable.
El IDAE ha realizado un estudio sobre el potencial fotovoltaico del autoconsumo, atendiendo a las posibilidades técnicas y socioeconómicas. Sus resultados indican que podría alcanzar los 9.000 MW instalados en 2030 en un escenario objetivo, y que puede crecer aún más con la aplicación de las medidas contenidas en la Hoja de Ruta. Con este escenario objetivo, el autoconsumo cubriría una cuarta parte del objetivo del PNIEC para la fotovoltaica, de 39.000 MW.
La mayoría de la potencia en el escenario objetivo le correspondería al sector comercial, con 5.700 MW, seguido por el residencial, con unos 1.900 MW, y el industrial, con más de 1.100 MW. El plazo medio de amortización de las instalaciones varía entre los 7 y los 11 años, dependiendo de la irradiación, el perfil de consumo y el tipo de tecnología empleada. En el reparto territorial, las comunidades autónomas más pobladas son las que tienen un mayor potencial.
Beneficios y oportunidades del autoconsumo
La transición hacia un sistema energético renovable, descentralizado y multidireccional requiere de una fuerte presencia de los sistemas de autoconsumo, que suponen un ahorro importante en costes energéticos y económicos. Asimismo, el autoconsumo constituye una palanca para la generación de empleo directo e indirecto a partir de las cadenas de valor locales y una herramienta para mitigar la pobreza energética, ya que puede reducir la factura eléctrica, por ejemplo, en promociones de parques de vivienda pública.
Paralelamente, con el autoconsumo se consigue una mejor integración y aceptación de las infraestructuras energéticas en el territorio, se reducen las pérdidas por transporte y distribución, se aprovecha espacio urbano inutilizado, se fortalece y desarrolla la cadena de valor asociada al autoconsumo y la sociedad se conciencia energética y climáticamente.
Objetivos de la Hoja de Ruta
En este contexto, la Hoja de Ruta aspira a identificar los retos y las oportunidades del autoconsumo para asegurar su despliegue masivo en España, así como a eliminar las barreras existentes para su implantación y fomentar su desarrollo en todos los sectores productivos.
También persigue la mejora de la competitividad industrial, reduciendo los costes energéticos, el desarrollo de la cadena de valor ya existente y el fomento de la búsqueda de nuevos negocios.
Con esta premisa, este documento estratégico recoge más de 30 medidas para impulsar el autoconsumo. Entre ellas figuran la sensibilización y formación para profesionales, el impulso del autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas, la promoción de la cadena industrial y los nuevos modelos de negocio -desde la valorización de residuos, a la digitalización y el almacenamiento-, la simplificación de tramitación y otras medidas regulatorias que puedan mejorar la agilidad en la tramitación de instalaciones, actuaciones específicas en las islas o en las zonas de transición justa.
A su vez, se prevé la creación de una Mesa Nacional de Autoconsumo con las comunidades autónomas con el fin de mejorar la coordinación entre las distintas administraciones, y se proponen actuaciones para mejorar la divulgación, el conocimiento y la aceptación del autoconsumo por parte de toda la población.
El autoconsumo, prioridad en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia
En los últimos años, España ha dado pasos relevantes para el despegue e implantación del autoconsumo. En 2019, con la publicación del Real Decreto 244/2019,de 5 de abril, se puso fin al llamado ‘impuesto al sol’ y se dotó de un marco normativo renovador que ha permitido un importante incremento de la potencia instalada.
Sin embargo, se han detectado algunas ineficiencias que están impidiendo una masiva implantación del autoconsumo y su diseminación a todos los sectores de la población, como la necesidad de la digitalización y la integración del almacenamiento, o su despliegue en las zonas insulares y las de transición justa.
Los fondos europeos Next Generation de la Unión Europea suponen una oportunidad para acelerar estos procesos. De hecho, las primeras líneas de ayuda con cargo al Plan de Recuperación en materia de energías renovables están enfocadas específicamente a autoconsumo y almacenamiento.
Concretamente, el pasado 29 de junio, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto 477/2021 para conceder 660 millones de euros, ampliables a 1.320 millones, en ayudas para instalaciones de autoconsumo, almacenamiento detrás del contador y climatización con energías renovables.
Con estas líneas se espera incorporar, al menos, 1.850 MW de generación renovable incluyendo la sustitución de combustibles fósiles por energía renovable en calefacción y refrigeración en más de 40.000 viviendas. Igualmente, se estima que estas ayudas permitirán crear más de 25.000 empleos directos e indirectos, un crecimiento del PIB de 1,7 millones de euros por cada millón de ayuda y una reducción de las emisiones de CO2 de más de un millón de toneladas al año.