Todavía no se ha visto llover sin escampar. En el caso de Merlin Properties, la socimi va a pasar del diluvio de 2016, un ejercicio en el que cerró la macro fusión con Metrovacesa, a los chubascos dispersos de 2017. La compañía, que prevé un menor ritmo inversor, ha comenzado el año con la venta de su cartera de hoteles por 535 millones de euros.

En el año que acaba de comenzar no se va a repetir la “vorágine” de 2016, según fuentes de la compañía. Salvo sorpresas inesperadas, la socimi -sociedad de inversión inmobiliaria- Merlin Properties no va a repetir una operación como la de la integración de Metrovacesa del año pasado, tal y como apuntan estas fuentes.

Este año vamos a estar más tranquilos a nivel de inversión, aunque eso no quiere decir que se vaya a dejar de invertir”, han matizado las fuentes consultadas. “También nos vamos a centrar en la mejora de los activos actualmente en cartera”, han añadido.

Para Merlin, 2016 ha sido un año excepcional. La socimi ha concluido la megafusión con Metrovacesa, un movimiento con el que las compañías se han consolidado como el primer grupo inmobiliario de toda España. La nueva sociedad que resultó tenía unos activos conjuntos de 9.317 millones de euros.

Sin embargo, tras una operación de estas dimensiones lo normal es que no quede apetito para volver a integrar a otra compañía, tal y como han adelantado las fuentes de Merlin consultadas. El paso siguiente, de hecho, suele ser calibrar de nuevo la puntería y digerir los activos.

La venta que ha anunciado Merlin Properties forma parte de este proceso natural de reordenación del balance cuando se adquiere una compañía: no todo lo que se compra se puede aprovechar. En el caso de Merlin, la empresa ha decidido desprenderse del negocio hotelero.

Merlin: de comprador a vendedor

Si Merlin ha vendido la cartera de activos hoteleros es porque “no es un negocio core para la compañía”, según las fuentes consultadas. Y eso que en la nota de prensa en la que se anunció la fusión la empresa sacaba pecho de ser “líder en alquiler de hoteles”.

En este paquete hotelero vendido a Foncière des Regions, con un total de 3.645 habitaciones, hay establecimientos como el Eurostars Grand Marina de Barcelona, el NH Collection Colón de Madrid y el hotel Barceló Torre Madrid, también en la capital. Sin embargo no están el Eurostars 5* de Torre Castellana 259 en Madrid y el Novotel de Diagonal 199 en Barcelona, “ya que ambos conviven con sendos edificios de oficinas considerados estratégicos”, según el comunicado de Merlin.

“Merlin quieren centrarse en tres negocios: las oficinas, la logística y los centros comerciales y retail”, han confirmado las fuentes de la compañía consultadas. “Los hoteles que se han adquirido eran de grandes carteras provenientes de Testa y Metrovacesa”, han explicado. Por lo tanto, Merlin no prevé incorporar ningún hotel más a sus activos, a no ser que le venga de regalo en caso de que compre otra cartera de inmuebles.

El camino de la desinversión

Las ventas de activos no son una novedad para Merlin. De hecho, en 2016 se embolsó 761 millones de euros por la venta de inmuebles, entre los que estaban un importante local comercial en la avenue Grande Armée de París, protagonista de una operación con un importe de 58,5 millones.

La operación de venta de los activos inmobiliarios vaticina que esta senda de desinversiones continuará. En tan sólo dos días del nuevo año Merlin ya ha colocado una cartera equivalente al 70% de lo que vendió en todo 2016. El dinero se va a destinar a reducir el apalancamiento de la empresa y reducir su endeudamiento, así que de momento no va a haber lluvia de millones para comprar más inmuebles.

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