Mientras Pepephone optó por la vía de la confrontación y por cambiar de operador para conseguir una oferta competitiva en 4G, su competidor MásMóvil acaba de recibir una buena noticia: la CNMC ha forzado a Orange a presentarle una oferta mayorista completa en el plazo de diez días.

La CNMC reconoce que se ha producido «un claro incumplimiento» de las obligaciones contractuales de Orange para la prestación de 4G en plazos razonables, después de que MasMovil hiciese su primera petición en 2013. Desde entonces, MasMovil no ha dejado de denunciar la existencia de un pacto entre los tres grandes operadores para dejar a los pequeños fuera del negocio.

En todo caso, el problema de los OMV no suele ser, simplemente, contar con una oferta. Tiene que ser buena. Empresas como la propia Pepephone antes del cambio a Movistar, o los cableros del norte, recibieron en algún momento ofertas mayoristas por parte del dueño de la red, en estos casos Vodafone. El problema es que eran ofertas muy caras que los virtuales no estaban dispuestos a pagar. En realidad, teniendo en cuenta que los operadores no cobran a sus clientes un plus por el uso de 4G, los virtuales están siendo los paganinis del despliegue, los únicos que van a tener que afrontar gastos adicionales para conseguir esta señal.

Sin embargo, fuentes de la CNMC confirmaron a SABEMOS que la oferta mayorista que Orange debe presentar en diez días tiene que ser aceptada por la compañía que preside Meinrad Spenger. De no estar de acuerdo con la oferta mayorista propuesta, el regulador intervendría, por primera vez en la historia de este mercado en España, directamente sobre los precios.

Problemas en Pepephone

Hablando de virtuales y de 4G, la operadora que dirige Pedro Serrahima, por otro lado, tiene sus propios problemas . Según ha averiguado SABEMOS en fuentes de la operadora de lunares, estudios realizados por una consultora externa han demostrado algo por lo que muchos clientes venían protestando tras la migración desde Vodafone a Movistar: los azules les están prestando peor servicio a sus clientes que el que prestan a los suyos. Un punto que se nota principalmente en momentos de saturación de la red y que va claramente en contra del acuerdo entre ambas compañías y por el que Pepephone no sólo exige una rectificación sino, también, una compensación para sus clientes

Para la operadora, propiedad de Javier Hidalgo y Rosauro Varo, se trata de un importante roto, ya que uno de sus principales argumentos de venta durante años ha sido contar con una excelente percepción de cobertura por parte de los usuarios. Pepephone ha migrado de Vodafone a Movistar a cerca de la mitad de su planta instalada, unos 200.000 clientes, pero ha optado por paralizar el despliegue hasta que Movistar resuelva esta minicrisis.

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