Activistas de la campaña estatal «No a los Tratados de Comercio e Inversión» denuncian la taxonomía de la UE, la modernización del Tratado de la Carta de la Energía y la expansión de infraestructuras gasistas

El ultimo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, puso de manifiesto que se requieren cambios sistémicos profundos para afrontar la reducción de emisiones. La carta que ahora firman más de 30 organizaciones de la sociedad civil, recoge «la urgencia y necesidad de reducir el consumo energético drásticamente en los próximos años y dejar los combustibles fósiles bajo el suelo». Recalca, además, que «si no se aplican adecuadamente los instrumentos de los que se está dotando la Unión Europea, estos podrían consolidar la dependencia a los combustibles fósiles en lugar de suponer un avance considerable para la transición energética justa».

En su lugar, se plantean soluciones ante la emergencia sanitaria, ambiental y social mundial actual. Soluciones que abordan «el incremento de la eficiencia energética, la reducción de la demanda, la protección de las personas en estado de vulnerabilidad a través de una tarifa social para la energía y los suministros básicos, la prohibición de la publicidad y los patrocinios de las empresas de combustibles fósiles, y el aumento de la ambición climática».

Acción frente al Congreso de los Diputados

Por ello, activistas de Ecologistas en Acción, la campaña estatal «No a los Tratados de Comercio e Inversión» y otras organizaciones ambientales han realizado una acción delante del Congreso de los Diputados para denunciar el lavado verde de la industria fósil que, afirman en su manifiesto, «se ha instaurado como la nueva fórmula de negocio de las grandes compañías que nos han abocado a la situación actual de emergencia climática”. Un dinosaurio hinchable de 10 metros de ancho y siete metros de alto, formado por piezas de distintas infraestructuras fósiles, ha servido para señalar que la era de los combustibles fósiles “tiene que llegar a su fin y dar paso a una transición energética justa”.

A través de un flashmob y al ritmo de una versión de la canción “Chica ye-ye”, las activistas han denunciado tres piezas del mismo puzzle: la nueva propuesta sobre la taxonomía verde de la UE, la modernización del Tratado de la Carta de la Energía (TCE) y el impulso de nuevas infraestructuras gasistas en el contexto de guerra.

Han recalcado que “el gas y la nuclear de verde no tienen nada” y que aprobar la nueva propuesta de taxonomía europea “supondría facilitar la financiación de los combustibles fósiles hasta 2050”. En cuanto a la modernización del TCE, que se prevé que finalice en junio de este año, han recalcado que “este proceso no es lo suficientemente ambicioso” y han pedido la salida inmediata del tratado, ya que supone un obstáculo para la mitigación del cambio climático. Una afirmación que, por primera vez, ha sido respaldada por el IPCC en su último informe.

El dinosaurio viajero

La iniciativa se enmarca en una acción más amplia que recorrerá ocho ciudades europeas. Tras el pistoletazo de salida en la vecina Lisboa el domingo 24 de abril, el dinosaurio gigante ha continuado su paso por Madrid, para después hacer parada en Barcelona el jueves 28 de abril frente a la delegación de la Comisión Europea (Paseo de Gracia–Provença). Durante el mes de mayo pasará por Viena, Berlín, Praga, Bruselas y Luxemburgo, con el objetivo de exigir el fin de la era fósil y la salida inmediata del TCE debido a su impacto en las políticas climáticas.

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