El fin de la temporada de caza es la fecha elegida por la PlataformaNAC para denunciar el uso que se hace de los perros y exigir el cese de esta actividad. La convocatoria llegará a más de 40 ciudades españolas, a Colonia (Alemania), Bolonia (Italia) y Perpiñán (Francia), y mostrará, según sus organizadores, «el creciente rechazo de la sociedad a la caza, que cada año acumula más víctimas mortales, tanto de animales salvajes, como perros y personas. Los accidentes con personas vinculadas o no a las cacerías, la situación en la que viven los perros para uso cinegético, los miles de animales masacrados por un supuesto deporte y la incompatibilidad de esta actividad con otras en el campo como el senderismo o el ciclismo» son algunos de argumentos de animalistas, ecologistas y personas del ámbito civil para pedir el fin de la caza.
Entre sus reivindicaciones figura la Ley de Bienestar Animal que, según afirman, «pretende blindar los derechos mínimos de los animales domésticos: derecho a la vida, a mantener sus condiciones vitales dignas y a no ser considerados objetos. Unos mínimos que desde el sector cinegético se niegan a cumplir y presionar para que los perros usados en la caza sean excluidos de esta consideración». Por este motivo piden laprohibición de la caza con perros y que se apruebe con extrema urgencia la Ley de Bienestar Animal. «Para que todos los perros tengan derechos y protección, para que la ley impida la cría masiva, el abandono, la venta y explotación salvaje de estos animales y en particular los perros de caza”, explica David Rubio, de la Plataforma NAC. “Una ley -continúa- necesaria y ansiada por la mayoría de la sociedad española que cada vez más está en contra del maltrato animal”.
Un estudio reciente de la Fundación BBVA visibiliza que la mayoría de los españoles y españolas (nueve de cada diez encuestados) cree que los animales sienten dolor, sienten miedo y tienen emociones similares a las de los humanos. Algo que evidencia «un amplio respaldo en dejar de considerar cosas a los animales y que muestra, además, un amplio rechazo a la caza deportiva (con una media de 1,7 de apoyo sobre diez)», señalan desde la plataforma.
Febrero, una pesadilla para los perros
Según las protectoras, alrededor de 50.000 galgos son «descartados» anualmente. Esta situación se torna crítica cuando llega febrero y termina la temporada. A esta cifra hay que sumar otras razas utilizadas para la caza como los podencos, setters o pointers. Según la Fundación Affinity, en 2019, las protectoras rescataron 183.100 perros, el 70% de ellos perros de caza. En total, más de 128.000 perros salidos de caza son abandonados cada año.
Entre las razones que llevan al descarte de perros caben varias posibilidades: «Por no ser válidos, ser lentos, cachorros indeseados, por no tener las cualidades requeridas, ser viejos o simplemente por no servir para cazar». Para evitar esta situación de sufrimiento, la Plataforma NAC reivindica la creación de «una ley estatal de protección animal que proteja a esos animales actualmente desprotegidos por ser considerados animales de trabajo, meras herramientas sin derechos ni protección».