El grupo aéreo impondrá a partir de septiembre un recargo de 16 euros a las compras de billetes de todas sus aerolíneas que se realicen a través de GDS (los sistemas de distribución como Amadeus, Sabre o Travelport), pero permitirá a las agencias reservar sin recargo a través de una web de la compañía.

Lufthansa se dispone a impulsar sus canales de venta directa de sus billetes. Y, de paso, abre una guerra con los sistemas de distribución global de reservas (GDS), que son las centrales de reservas que utilizan mayoritariamente las agencias de viajes tradicionales y las agencias online.

Todas las aerolíneas del grupo aéreo alemán (Lufthansa, Austrian Airlines, Swiss y Brussels) empezarán a aplicar a partir del 1 de septiembre un recargo de 16 euros a todos los billetes emitidos fuera de sus propios canales de reserva; esto es, sus webs corporativas, sus call centers telefónicos y los mostradores de los aeropuertos. Sin embargo, también permitirán a las agencias de viajes que hagan sus reservas sin tener que afrontar esta nueva tasa si la realizan a través de una web específica del propio grupo (www.LHGroup-agent.com).

«Hasta ahora, el porcentaje de ingresos generado por venta de billetes de nuestras aerolíneas ha ido reduciéndose continuamente. Mientras que otros servicios y otros sistemas de la cadena de valor han ido incrementando sus márgenes y sus beneficios, los resultados de nuestras compañías se han visto comprometidos aunque ellas sean las que ofrecen los servicios aéreos. Queremos contrarrestar esta tendencia reorientando nuestra estrategia comercial», explica Jens Bischof, director comercial de Lufthansa, en un comunicado.

Los GDS le salen caros a Lufthansa

Una nueva estrategia comercial que contempla una clara diferenciación del tratamiento que se da a los diferentes canales de reserva y, en la práctica, castigar el uso de GDS como Amadeus, Sabre o Travelport para la compra de billetes. Según el grupo aéreo germano, los costes que debe asumir la compañía por utilizar los sistemas de distribución global es «varias veces superior» al del resto de canales y supera los 100 millones de euros cada año (la corporación no ha ofrecido datos más precisos).

Lufthansa se queja de que las aerolíneas del grupo deben asumir gran parte de estos costes, aunque sólo utilicen parte de los servicios que ofrecen los GDS. Las compañías aéreas estarían pagando por unos servicios que utilizan mayoritariamente las propias agencias de viajes y que van más allá del mero proceso de reserva, procesamiento y emisión del billete de los que la aerolínea de beneficia, sino que incluirían también servicios como la compra combinada de billetes de otras compañías aéreas (con la competencia, vaya).

Lufthansa da aún más la espalda a los GDS y está trabajando en el desarrollo de su propio sistema de reservas para permitir que las agencias de viajes online y tradicionales se conecten a sus sistemas informáticos directamente a través del nuevo estándar de datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), denominado New Distribution Capability (NDC). La compañía ya está desarrollando un programa piloto en prueba en su filial suiza Swiss y lo empezará a implementar para los vuelos de Lufthansa este año.

Lufthansa fue uno de los socios fundadores, junto a Air France e Iberia, de Amadeus, uno de los sistemas de reservas a los que ahora empieza a castigar. El grupo germano, que fue uno de los socios de control, ha ido vendiendo progresivamente su participación en el GDS (como también lo han hecho Air France e Iberia) y ahora sólo mantiene un paquete del 1%.

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