Los facultativos siguen denunciando “los abusos laborales, la sobrecarga de los profesionales y los despidos arbitrarios”, ahora ante los partidos de la oposición en la Asamblea madrileña. Por su parte, el hospital muestra su “sorpresa” ante las informaciones y defiende la gestión de Sanitas al frente del centro.

Desde hace dos semanas se ha venido produciendo un cruce de comunicados entre la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) –en la que participan representantes del comité de empresa del centro- y el Hospital Universitario de Torrejón a cerca de las condiciones laborales y de la gestión de Sanitas en el centro, como ya adelantó Sabemos.

La última medida adoptada por los representantes de los trabajadores ha sido apelar a los partidos de la oposición en la Asamblea –PSOE, Ciudadanos y Podemos- para que obliguen al consejero popular de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, a tomar cartas en el asunto.

“Solicitamos una reunión hace diez días con el consejero y no hemos obtenido respuesta. Al Gobierno popular sólo le importan los resultados pero les da igual el cómo se logran. En cambio, desde que publicamos el último comunicado solicitando el amparo de la oposición, ya son dos los partidos que se han puesto en contacto con nosotros”, señalan fuentes de la asociación.

Las versiones de ambos organismos respecto al conflicto son radicalmente distintas: mientras que Amyts denuncia una situación “insostenible” para los empleados, que cada vez cobran menos y viven con el miedo a ser despedidos sin explicación, el Hospital de Torrejón señala que no ocurre nada “fuera de lo normal” en el centro y recuerda a la asociación que ellos firmaron el pacto el pasado diciembre sobre las condiciones salariales de los médicos, por lo que les extraña esta reacción.

En su primer comunicado, Amyts señalaba que desde el traspaso de la gestión del hospital de la empresa Ribera Salud a Sanitas se han venido produciendo una serie de recortes en la plantilla, desinversiones en servicios clave y un abandono total por parte de la Consejería de Sanidad madrileña, todo ello en detrimento de la calidad asistencial.

Pocos días después, el propio hospital a través de su departamento de prensa contestaba para “puntualizar” estas informaciones, destacando “la inexactitud de los datos aportados y la gravedad de las acusaciones formuladas”.

“Amyts tiene derecho a hacer las afirmaciones que considere oportunas y nosotros a responder. No han solicitado ninguna reunión previa al primer comunicado y nos extraña que saquen esto ahora cuando pactaron una serie de condiciones en diciembre”, explicaban fuentes del hospital.

El famoso pacto

Las condiciones laborales de los facultativos se han visto reformadas en los últimos años –concretamente en marzo de 2014 y en diciembre de 2015- con el visto bueno de los sindicatos en ambas ocasiones.

Sin embargo, desde Amyts los trabajadores aclaran que “se pactó hasta donde se pudo pactar”, ya Sanitas puso unas condiciones muy restrictivas de cara a los incentivos profesionales. “Se trata de un sistema sujeto a los resultados del centro, como llevamos varios años en los que nos dicen que hay pérdidas, no nos hemos quejado de la bajada de los sueldos, pero se comprometieron a que no disminuiría la plantilla y han habido despidos, además bastante arbitrarios. No podemos más, necesitamos un mínimo de estabilidad laboral”, denuncian profesionales del centro desde la asociación.

Los despidos a los que se refieren son los 30 llevados a cabo desde 2013, a los que se suman un total de 13 sanciones graves. De este grupo, diez de los afectados eran médicos, lo que supone una tasa media de despidos a facultativos del 1,25%, teniendo en cuenta que la plantilla cuenta con aproximadamente con 800 personas. En estos casos, Sanitas tuvo que reconocer la improcedencia del proceso e indemnizar a los perjudicados.

“No es normal que los profesionales sean despedidos con tanta ligereza y sin causas objetivas, más allá de la libertad empresarial”, defendían desde Amyts en su primer comunicado.

Además, los empleados se preguntaban si no se trataría de una estrategia de la compañía para reducir los gastos de personal intercambiando a los profesionales más veteranos por nuevos contratos, cuyo coste es siempre menor.

Desde el Hospital de Torrejón responden que los despidos estaban justificados y que la improcedencia se debió a un simple “trámite administrativo”.

“En el trámite administrativo que da forma jurídica a ese acto, nuestra política es reconocer la improcedencia, de modo que el trabajador tenga un mayor nivel de protección e indemnización”, señalan desde el centro.

“No cabe hablar de recambios alarmantes teniendo en cuenta que la plantilla ha experimentado un crecimiento del 12,5% en los últimos tres años. La sobrecarga laboral tampoco está justificada porque, aunque es verdad que hemos tenido picos de actividad, siempre hemos contratado refuerzos”, añadían.

Inversión y desinversión

Otro de los puntos de conflicto fue la insinuación por parte del sindicato de que la gestora discriminaba ciertos servicios médicos según su rentabilidad y capacidad para captar pacientes. En concreto hacen referencia a ciertas áreas como Endocrinología, Hematología u Oncología, que han visto mermadas sus inversiones y reducido al mínimo su personal, lo que ha afectado notablemente a la “calidad asistencial”.

La respuesta del centro a este respecto fue muy concisa: hasta el 31 de diciembre de 2015 el hospital ha invertido 139 millones para poner en marcha servicios como el Centro de Oncología y Radioterapia, la Unidad de Mama o la de Ictus.

Por su parte, son los facultativos de Amyts los que en esta ocasión matizan las informaciones al señalar que la Unidad de Mama ya fue puesta en marcha por la antigua gestora Ribera Salud y que el Centro de Oncología está subcontratado a la empresa IMO. “A pesar de lo que digan, ahora mismo hay entre uno y dos facultativos al cargo de estos centros”, explican desde la asociación.

¿Sólo rumores?

En su primer informe, Amyts ya advertía de que habían rumores de fuentes cercanas al Partido Popular madrileño sobre la intención de echar a Sanitas de la gestión del hospital, lo que explicaría la presión ejercida por la Consejería sobre la aseguradora británica y trasladada en última instancia los trabajadores, con el objetivo de forzarla a vender su participación.

Sin embargo, desde el Hospital de Torrejón señalan que dichas informaciones “no tienen base” y que a ellos no les consta ningún plan de cambio en la gestión.

“Al final son los propios pacientes el sobrecargo más cualificado para decir si están satisfechos o no con nuestros servicios”, añaden.

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