Los críticos de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) no apoyan la propuesta de la dirección del partido de aplazar hasta después de las elecciones autonómicas y municipales de mayo las reformas a las que aspiran para revitalizar el partido y quieren que se tomen medidas de manera inmediata para hacer frente a la caída que sufre la formación, según han explicado a Europa Press varios miembros del Consejo Político que se reunirá este sábado en Madrid.

La dirección de UPyD va a someter mañana a votación una resolución en la que aboga por posponer hasta una Conferencia Política que se celebraría en el mes de junio el debate sobre «todos los cambios que sean necesarios» y que estos asuntos internos no interfieran así en la campaña electoral para los comicios de mayo.

Sin embargo, las voces críticas que desde el mal resultado electoral obtenido en Andalucía están pidiendo responsabilidades a la dirección creen que este movimiento sólo es una «táctica dilatoria» y demuestra que la ‘cúpula’ del partido no ha entendido el mensaje que los ciudadanos le han enviado a través de las urnas.

En las elecciones andaluzas, el apoyo a UPyD no llegó al 2 por ciento, perdió más de 50.000 votos respectos a los comicios de 2012 y se quedó de nuevo fuera del Parlamento autonómico, mientras que Ciudadanos consiguió nueve diputados.

RESOLUCIÓN AMBIGUA. Pese a ello, el texto que propone el equipo de Rosa Díez también descarta cualquier tipo de negociación con el partido de Albert Rivera antes de autonómicas y municipales. «Solicitamos el apoyo del Consejo Político para llevar a las instituciones nuestros objetivos y propuestas en las próximas elecciones de mayo de 2015 manteniendo la autonomía política de UPyD respecto a cualquier otro partido, coalición u operación política», reza la resolución.

Dado que no cabe la presentación de una moción de censura ni presentar enmiendas, los críticos creen que la votación puede convertirse en una moción de censura a la dirección, de la que ya salieron cuatro personas –entre ellos los diputados Irene Lozano y Álvaro Anchuelo– por discrepancias con las líneas estratégicas.

Sin embargo, la resolución está redactada de tal modo «ambiguo» que otros discrepantes con la línea oficial reconocen que es difícil oponerse a ella. Esto dividiría el voto crítico entre el rechazo y la abstención y facilitaría su aprobación. «No nos podemos oponer a que haya una Conferencia Política en junio, pero también queremos respuestas inmediatas. Es un juego trampa», explican.

 Además, consideran que el actual Consejo Político –formado por 150 miembros– es «poco representativo» de las bases del partido. Aunque 110 de sus miembros son elegidos por el Congreso del partido por el voto directo de los delegados, señalan que la situación «ha cambiado mucho» desde noviembre de 2013.

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