La prensa española tiene una cierta tendencia a publicar cualquier cosa que le dicen sin molestarse en realizar comprobaciones básicas, y eso está demostrando ser especialmente cierto en el caso de la adquisición de Yoigo por parte de Zegona.

De todos los rumores, hay dos especialmente fáciles de contrastar y desmentir. El primero es que Zegona está teniendo problemas para financiar la operación.

El año pasado, poco después de que Zegona saliese al mercado, se publicó un interesante comentario de John Rosier en Master Investor. Se titulaba «Por qué he comprado una pequeña participación inicial en Zegona Communications».

«El éxito de este tipo de estrategia (la de «comprar, arreglar y vender») depende de la gestión. Si compran bien, ¿serán capaces de conseguir las mejoras operativas y financieras necesarias para vender bien? (…) Los gestores de Zegona han tenido una buena evolución, especialmente su CEO, Eamonn O’Hara. Antes de montar Zegona fue el director financiero de Virginmedia entre 2009 y 2013, donde mejoró sustancialmente sus resultados financieros antes de su venta posterior a Liberty Global por 24.000 millones de dólares».

Pero no nos quedemos con el nombre de O’Hare. El pasado mes de marzo, la compañía reclutó a Menno Kremer como director de inversiones. Este señor venía de Goldman Sachs, donde ocupaba el cargo de director ejecutivo de la parte de banca de inversión relacionada con Telecomunicaciones, Medios y Tecnología, con más de doce años de experiencia en el sector. En este periodo trabajó en un gran número de operaciones de fusiones y adquisiciones y financiaciones de deuda para numerosas compañías del sector como Altice, Belgacom, CGI, Deutsche Telekom, KPN, Liberty Global, Portugal Telecom, Tele2, Telekom Austria, Telenet, Versatel, Vodafone y Ziggo. Goldman Sachs, por cierto, organizó el crédito de la compra de Telecable.

El apoyo de Peppa Pig

Por tener apoyo, Zegona tiene hasta el de la cerdita más famosa de la televisión. Para la compra de Telecable, Zegona contó con el apoyo de Marwyn Value Investors, la sociedad británica que cofundó Entertainment One, la compañía de derechos audiovisuales que está detrás del éxito de Peppa Pig.

En la misma operación, la compañía recibió apoyos de Invesco, Fidelity, Wellington, Capital Group, Standard Life y Axa.

Y sabían que esos apoyos iban a estar ahí desde el principio. Zegona no nace de la nada, sino que sale del compromiso de dichos fondos con sus gestores con el objetivo de invertir en varios proyectos, cada uno de ellos valorado entre 1.000 y 3.000 millones de libras. Su problema no es recibir financiación, es no comprar empresas al ritmo al que se había comprometido.

España, el primer paso

Así las cosas, parece claro que España es el primero de estos proyectos de inversión. Lo divertido es que, mientras algunos hablan de que Zegona no tiene dinero, lo cierto es que la compra de Yoigo más la de Telecable todavía se le queda pequeña y apenas cubre sus objetivos iniciales. Para conseguir su propósito necesitaría entrar, además de en Yoigo, en algún proyecto adicional. O en varios.

Lo más curioso de todo esto es que no es la primera vez que Zegona es acosada por los rumores interesados y termina cerrando sin problemas una operación. Durante la adquisición de Telecable diversos medios locales prácticamente se rieron de la posibilidad, aunque los ingleses rieron los últimos (en voz baja, eso sí).

Tanto en aquella ocasión como ahora, Zegona tiende a mantenerse al margen de los rumores de mercado y centrarse en ejecutar.

El segundo rumor

La segunda mentira interesada que corre estos días por los medios es que ha finalizado el periodo de negociaciones exclusivas entre Zegona y Telia. Simplemente, es imposible.

Teniendo en cuenta que Zegona es una compañía cotizada en Londres, cualquier cambio en el estatus de las negociaciones, en un sentido o el contrario, se habría visto reflejado en un hecho relevante al regulador bursátil inglés.

El hecho de que esto no se haya producido sólo puede significar una cosa: el periodo de exclusividad se ha ido alargando automáticamente a medida que se han dilatado las conversaciones, debido principalmente a que Zegona no tiene que negociar con una compañía, sino con varias, y que para minoritarios como ACS o FCC esta operación es importante pero secundaria frente a sus propios frentes corporativos.

También es curioso que se hable de una oferta firme por parte de MásMóvil.

En este tipo de procesos, lo normal es que, incluso en el periodo exclusivo, la parte que se ha quedado fuera presente alguna oferta más. Eso es legítimo. Lo que no puede pasar es que el vendedor se siente a negociar. Si Telia, que es una compañía seria, hubiese tomado en consideración una oferta de MásMóvil, lo hubiera tenido muy fácil: hubiera bastado con no renovar la exclusividad.

Así se hubiera podido sentar a negociar con el eterno candidato a «cuarto operador». Si ha ido ampliando el periodo de exclusividad es, directamente, porque no le interesaba cambiar de comprador.

¿Va a comprar Yoigo el fondo británico? A día de hoy es la única negociación abierta. Además, el hecho de que se haya dilatado puede ser entendido no como un motivo de problemas sino, precisamente, como la constatación de que se está llegando al nivel de detalle que implica un cierre inminente, y de no cerrarse después de tantos meses de negociaciones nada nos hace pensar que Telia no vaya a volver a coger el canasto de las chufas, cerrar el chiringuito y seguir controlando Yoigo de puro aburrimiento.

No sería la primera vez.

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