El acuerdo COP21 de París sobre el cambio climático compromete a la UE a reducir sus emisiones de carbono entre un 80% y un 90% para 2050. El reto ha supuesto una revisión de todo los pilares económicos y financieros de acuerdo a la sostenibilidad como premisa clave. Desde la Comisión, Miguel Arias Cañete señala que España tendrá que hacer “esfuerzos suplementarios” si quiere cumplir los objetivos de energías renovables.

El cambio climático no solo tiene importantes efectos sobre el planeta sino también sobre sus principales economías, que ya están echando cálculos para ver cómo se ajustan a los objetivos fijados en la pasada Cumbre por el Clima de Paris (COP21). Desde la Unión Europea tienen claro que para cumplir los estándares hay que armonizar políticas y, sobre todo, movilizar a la inversión privada.

“Ya casi nadie duda de la veracidad del cambio climático, sus efectos reales se pueden medir en situaciones extremas de sequías o inundaciones. El COP21 representa un compromiso mundial en el cambio del mix energético. Por primera vez, la opinión pública y los gobiernos están de acuerdo en que este es el mayor problema de nuestra generación y este reto va a cambiar toda la estructura de inversión a nivel global” señalaba Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, en el forum sobre inversión europea organizado por EFE.

Las instituciones ya han puesto la maquinaria reguladora manos a la obra, a pesar de que el acuerdo todavía está en proceso de ratificación por los veintiocho Estados miembros. El exministro de Agricultura español es el encargado de fijar los objetivos a cumplir en materia energética, algo que califica como tarea “complicada”.

Europa lidera la lucha contra el cambio climático por sus proyectos ambiciosos, por ser la única gran economía con políticas sobre el terreno y porque ya hemos demostrado que cumplimos siempre. A mí me ha tocado fijar los objetivos; como reducir las emisiones del sector industrial en un 43%, las de los sectores agrícola y servicios en un 30% y para principios de 2017 presentaré la reforma de los estándares de emisión de CO2 para la industria automovilística. No siempre es agradable y claro que te encuentras resistencias. A veces la negociación más complicada no es en el propio Consejo sino con cada uno de los Estados miembros”, añadía Arias Cañete.

Por otro lado, el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (EFSI) es la herramienta fundamental con la que Europa espera impulsar nuevamente la inversión y la innovación -con un total de 315.000 millones de euros de base- en todos los ámbitos, y especialmente en el energético al que se espera destinar el 40% de los fondos. La finalidad de esta ayuda es “poner en marcha los recursos públicos para movilizar los privados”, de manera que por cada euro invertido surjan 15 de inversión privada.

“Tras la crisis tuvimos un grave problema de desinversión, que se redujo en 430.000 millones desde 2007. Además, el 75% de estas caídas se dieron en tan sólo cinco países: Francia, Gran Bretaña, Grecia, Italia y España. Juncker lo comparaba con `reparar un avión en llamas en pleno vuelo´, pero hoy la situación es bien distinta. Francia y UK han presentado ya ambiciosos proyectos de innovación energética. Sólo en España, ya hay seis proyectos que recibirán una línea de 615 millones y generarán 5.500 nuevos empleos. Pero esto no puede llevarse a cabo sólo con dinero público, es necesaria la inversión privada”, destacaba el comisario.

Para poner en práctica todo lo acordado es necesario que tanto los gobiernos vean que se trata de una cuestión “suprapartidaria”, como que las empresas vean que las renovables puede ser a la vez muy “competitivas”.

“No valen las acciones puntuales, hay que ser persistente y constante en esta lucha, es una cuestión suprapartidaria y los objetivos son vinculantes en los 28 Estados. Tenemos que reducir los costes de la energía, que ahora suponen el doble que en Estados Unidos o China, para ganar en competitividad. Aunque las renovables ya empiezan a serlo, en las subastas ya casi no se requiere la ayuda del sector público y la innovación tecnológica es imparable. Existe una primera fase de adaptación que sin duda corresponderá más al sector público financiar, pero a partir de ahí surgirán múltiples oportunidades de negocio. Los fondos soberanos y fondos de pensiones globales ya se están anticipando a la descarbonización de Europa de cara a futuras inversiones”.

España tiene que redoblar esfuerzos

El comisario no esquivó la evidencia de que España se ha quedado estancada en materia de renovables. Sin embargo, puntualizó que se encuentra “en la senda de cumplir”, aunque todavía faltan “esfuerzos suplementarios”.

“España no tiene un problema de desarrollo en materia de renovables, tiene un problema de interconexiones con las que evacuar la energía sobrante. Cuando se solucione el problema de la capacidad se podrán aprovechar estos recursos y, aunque estamos en la senda de cumplir los objetivos, harán faltan esfuerzos suplementarios. Nuestro país debe aprovechar las inversiones del EFSI para potenciar las conexiones pendientes con Francia y Portugal.”, explicaba Arias Cañete.

Respecto al compromiso de otros grandes actores en la lucha contra el cambio climático, parece que tanto Estados Unidos como Rusia están decididos a solventar el problema, aunque cada uno en distinto grado.

“La Administración Obama tiene un fuerte compromiso con el tema y, una vez superados los problemas con la vinculación de ciertos objetivos, el acuerdo es sólido. La contribución de Rusia fue quizás menos ambiciosa aunque también muy constructiva en la Cumbre de Paris, tendremos que esperar a ver como evolucionan las cosas”.

Polémica nuclear

Uno de los debates más vivos en los últimos años es el de la energía nuclear y sus consecuencias para el medioambiente. En el caso del comisario Arias Cañete también se trata de una cuestión política, por su supuesta vinculación con la puesta en marcha de una mina de uranio en Salamanca, que recibió el visto bueno del Ministerio de Industria en 2015 para su construcción. Dicha decisión fue recurrida por dos organizaciones ecologistas ante la Audiencia Nacional al considerar radioactivas estas instalaciones.

El actual comisario de Energía y Acción por el clima señala que su aportación se limitó a realizar un informe, “ firmado junto al resto de la Comisión”, expresando su opinión sin ser vinculante, como recoge el Euratón. También quiso recalcar que no se reunió en ningún momento con la empresa responsable, Berkeley, sino que fueron los responsables de su equipo los encargados de evaluar las condiciones de seguridad del proyecto.

Por otro lado, Arias Cañete incidió en que la energía nuclear sigue siendo una “opción” para los países miembros y que puede ser también una energía “limpia”. Además, recordó que son muchos los Estados que recientemente han optado por ella, como Francia o Finlandia, y que el deber de la Comisión se limita a garantizar los máximos estándares de seguridad.

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