Los controladores aéreos comienzan esta semana sus cuatro jornadas de paros parciales en julio. Conscientes del escaso efecto que tiene la huelga en la negociación con el Ministerio de Fomento, se plantean alternativas para continuar con sus reivindicaciones.

Tras cuatro días de paros en junio, con escasa repercusión en el tráfico aéreo por unos servicios mínimos que considera “abusivos”, el sindicato de controladores Usca se ve con poca fuerza para presionar al ente público que gestiona la navegación aérea, Enaire. “Para qué van a negociar si realmente no va a haber ningún tipo de afectación en el tráfico”, asegura la secretaria de comunicación de USCA, Susana Romero.

El sindicato de controladores Usca teme que los servicios mínimos de los cuatro días de huelga de julio sean «peores todavía» que los de junio.

En declaraciones a Sabemos, Romero, quien teme que los servicios mínimos de los cuatro días de paros de julio sean “peores todavía”, afirma que el derecho a huelga sólo lo tienen “sobre el papel”.

Los controladores van a realizar paros entre las 10.00 y las 13.00 horas de los días 11 y 25 de julio y entre las 17.00 y las 20.00 horas los días 12 y 26 de julio. Están convocados para protestar contra el despido de un controlador en Santiago de Compostela y contra las sanciones a 61 controladores del centro de Barcelona, ambos casos a raíz del cierre del espacio aéreo de 2010.

Desde Usca creen que Enaire le pasa la pelota a Fomento: “ellos dicen que el interlocutor sería el Ministerio, pero de Fomento no viene nadie”, subraya Susana Romero. “Fomento es el interlocutor válido en este momento, porque Enaire dice que no pueden tomar determinadas decisiones, pero el Ministerio no quiere hablar con nosotros desde hace bastante tiempo”, añade.

Frente a esta versión, fuentes de Enaire consultadas por Sabemos reiteran que están “siempre abiertos a cualquier tipo de negociación”.

Las alternativas

Por el momento, Usca tiene previsto denunciar los servicios mínimos del 11, 12, 25 y 26 de julio si siguen la línea de los anteriores, aunque consideran que “no tiene ningún sentido” que la Justicia resuelva el caso 2 o 3 años más tarde.

Susana Romero (Usca): “Habrá que cambiar la estrategia. Está claro que con este derecho a la huelga que no tenemos, no tiene ningún sentido continuarla”.

Ante el reducido efecto de sus paros, se plantean corregir su rumbo. “Habrá que cambiar la estrategia, que no sé cuál puede ser, pero algo sí habrá que hacer. Está claro que con este derecho a la huelga que no tenemos, no tiene ningún sentido continuarla”, se lamenta Susana Romero.

Aún no tienen claro qué dirección tomar; Romero duda entre “volver directamente a la Justicia, acudir a instancias europeas” u otras opciones que se planteen en las próximas reuniones del sindicato.

Por el momento, esta representante sindical califica de “agridulce” la huelga. Internamente, dice, están satisfechos por el seguimiento, pero se muestra menos optimista con el efecto que ha tenido, ya que no han conseguido ninguno de los objetivos que se propusieron con esta medida de presión.

En el aire queda la llamada al diálogo de la titular de Fomento, Ana Pastor, a quien piden más implicación en el conflicto: “Al principio, intentó normalizar la situación con nosotros. La situación ahora mismo es bastante crítica como para que vuelva a intentarlo; por lo menos, que tenga nuestra versión directamente”, concluye Susana Romero.

Una huelga con repercusiones

La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha cargado en un comunicado contra los paros convocados por el sindicato.

Las jornadas de huelga de los días 11, 12, 25 y 26 de julio suponen un “parón” en la recuperación que estaban experimentando los sectores del transporte y del turismo, según ALA, organización que expresa en la nota remitida su “viva preocupación” por la convocatoria de protestas.

“El conflicto que se nos plantea vuelve a debilitar la confianza en el Transporte aéreo y el Turismo español, precisamente cuando se observa una evolución positiva de recuperación que debiéramos apresurarnos a consolidar ante nuestros competidores”, indica la asociación.

ALA ha subrayado que el del transporte aéreo es un servicio “esencial”, que se sitúa como uno de los primeros sectores por importancia en la economía española. En su opinión, el sector no debería estar sujeto a alteraciones “tan recurrentes” porque se genera una gran incertidumbre entre los clientes.

La asociación -en la que están compañías como Iberia, Air Europa y Binter- ha finalizado su comunicado con una llamada a la responsabilidad de las partes implicadas en la negociación para desbloquear el conflicto laboral.

Foto: Flickr – Steve p2008

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