Los organismos de la ONU sonaron la alarma por el aumento de los desplazamientos y las necesidades humanitarias en la región ucraniana de Kharkiv, en el noreste del país, donde se han intensificado los ataques rusos.
En conferencia de prensa en Ginebra, la portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dijo que los ataques aéreos continúan, «prolongando y exacerbando una situación de por sí terrible».
Más de dos años después de la incursión rusa, esos ataques «siguen cobrándose vidas y destruyendo hogares e infraestructuras críticas en todo el país», apuntó Shabia Mantoo.
Los datos de ACNUR indican que las autoridades ucranianas con la ayuda de voluntarios y organizaciones humanitarias evacuaron a más de 10.300 personas de sus aldeas en las zonas fronterizas de la región de Kharkiv.
Mantoo señaló que la mayoría de los evacuados son «altamente vulnerables» y que entre ellos hay ancianos y personas con baja movilidad o discapacidades que no habían podido huir de sus hogares anteriormente.
La Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) estimó que más de 16.000 personas han huido de las localidades más afectadas en la región de Kharkiv a partir del 10 de mayo, en medio de informes de avances significativos de las fuerzas rusas.
Muchas más personas podrían huir en busca de seguridad
En tanto, en la ciudad de Kharkiv, la segunda más grande de Ucrania que alberga a unos 200.000 desplazados internos, las condiciones «podrían volverse aún más difíciles si continúan la ofensiva terrestre y los ataques aéreos», advirtió Mantoo.
«Esto podría obligar a muchas personas a abandonar Kharkiv en busca de seguridad y supervivencia, en busca de protección en otros lugares«, añadió.
La portavoz se refirió a los ataques a la infraestructura energética de Kharkiv como especialmente críticos, puesto que el suministro de energía ya está muy por debajo de la capacidad estándar y las viviendas sufren cortes de energía.
OCHA detalló que, según las autoridades locales, en los últimos tres días se han registrado ataques diarios en la ciudad de Kharkiv que provocaron decenas de víctimas civiles, incluidos niños y una mujer embarazada.
Ambulancias perdidas
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que desde el inicio de las hostilidades en febrero de 2022 han resultado dañadas o destruidas una media de 200 ambulancias por año.
«Es una pérdida tremenda, privar al pueblo ucraniano de atención urgente», afirmó desde Kiev el doctor Jarno Habicht, representante de la OMS en Ucrania.
Habitch precisó que la OMS ha documentado más de 1.700 ataques a bienes sanitarios en el país desde febrero de 2022.
Agregó que es probable que unos diez millones de personas sufran problemas de salud mental, y que se han realizado más de 20.000 amputaciones desde el inicio de la incursión rusa a gran escala.
Habicht explicó que si bien las hostilidades en la región de Kharkiv han incrementado exponencialmente las necesidades humanitarias, es preciso pensar a mediano plazo «para prepararse para el próximo invierno».
Falta de financiación
Para garantizar que el sistema de salud de Ucrania pueda seguir funcionando en una situación prolongada de adversidad, la OMS ha comenzado a instalar unidades de calefacción modulares en hospitales, incluidos los de Chernihiv y Odesa, abundó.
La ONU enfatizó que para responder a las necesidades inmediatas y de mediano plazo precisa de recursos suficientes, aludiendo a la caída del financiamiento para sus tareas humanitarias en Ucrania.
El plan de respuesta humanitaria para 2024 en ese país solicitó 3.100 millones de dólares, de los cuales ha recibido apenas un 23%. Por su parte, las operaciones de ACNUR en los países vecinos que acogen refugiados ucranianos sólo han sido financiados en un 16%.