Últimamente Ubisoft nos tiene acostumbrados a un ritmo endiablado de lanzamientos de títulos de la serie Assassins Creed.

El pasado mes de noviembre nos sorprendían con Unity, que suponía el salto definitivo a los escenarios a escala 1:1. Casi al mismo tiempo salía Rogue, el reverso templario del juego. No hacía demasiado tiempo que nos habíamos bajado del barco pirata del Black Flag y ya estábamos metidos en otras dos travesías por el universo histórico creado por Ubisoft. Hoy, 12 de mayo, seis meses escasos después, nos anuncian un juego nuevo. En realidad, ya casi no podemos hablar de títulos principales y títulos secundarios dentro de la saga de los asesinos, porque ya hay tantos que las líneas se vuelven difusas. I, II, III, IV Black Flag, Unity, Rogue (Y tantos otros que dejo en el procesador de textos). En el fondo ya no sabemos cuál es cual ni cuál es el orden en que se supone que tenemos que jugar. Para algunos fans este bombardeo constante comienza a ser contraproducente. Es difícil diferenciar entre DLCs y juegos completos y, reconozcámoslo, lo que no se hace esperar no se desea tanto. La saga empieza a perder lustre y a parecerse -al menos en cuanto a lanzamientos, que no en cuanto a forma- al FIFA anual de turno.

Sin embargo, como nos gusta y, en el fondo, sabemos que vamos a caer como adictos que somos en cualquier cosa que Ubisoft nos ponga por delante, ya estamos haciendo cábalas sobre lo que viene a continuación. Podríamos decir que las quinielas por averiguar cuál será el próximo período histórico cada vez son más fáciles de acertar. A fin de cuentas, ya no quedan tantos momentos históricos de moda a los que recurrir (ejem, ¿yo he escrito eso?) y hay escenarios que son simplemente incompatibles con las dinámicas de juego de la saga. Así que no os voy a hablar de pirámides, por mucho que me gusten, porque con los arbolitos del AC III ya tuvimos suficiente tragedia. La propia compañía desveló algunas de las posibles localizaciones en un email que el jugador descubría durante sus peripecias a través del Black Flag. Allí estaba la Revolución Francesa (Unity) y también se mencionaba el Londres victoriano de Jack el Destripador.

Un paseo por Londres que era necesario

En realidad, después de la decepción de The Order: 1886 (que prometía mucho y se quedó en ocho horas escasas de juego muy lineal), necesitábamos -exigíamos- que alguien nos llevese a Londres de paseo. Y no me refiero al Londres de la noria, no. Me refiero al Londres victoriano donde conviven alegremente el mencionado Jack, la estética steampunk, los monstruos de Penny Dreadful y Sherlock Holmes. Por supuesto, Ubisoft está bastante limitado en cuanto a las concesiones que puede permitirse en su franquicia histórica. A fin de cuentas, el asesino más famoso de todos los tiempos es, desgraciadamente, una realidad de nuestro pasado, pero el resto de la imaginería de la época es eso, imaginería. Sherlock Holmes sería muy goloso como personaje secundario, pero no existió, así que no hay memoria genética que pueda contenerlo. La revolución industrial era una realidad en el país desde mediados del siglo XVIII, pero la estética steampunk (que le va como anillo al dedo a los asesinos, con sus dagas ocultas y demás cacharritos) no deja de ser una fantasía más. ¿Se atreverán con el Londres real, sucio y feo, dejando de lado todo aquello que nos gustaría ver pero que no es history-proof? Estoy segura de que pueden hacerlo. Mi corazón de historiadora en ciernes se muere de curiosidad.

Por lo que acabamos de ver en el anuncio oficial de Ubisoft, el nuevo Assassins Creed Syndicate será un juego callejero y -espero- bastante canalla. Por fin podremos conducir coches (aunque sean de caballos) a toda pastilla por la ciudad a lo GTA. Los combates están muy orientados al cuerpo a cuerpo y prometen agilidad y más libertad de maniobra. Bandas -sindicatos- y revolución obrera en un juego que por primera vez parece entrar en la lucha de clases. El protagonista es un tal Jacob Frye, un asesino criado por asesinos junto a su hermana gemela Evie. La verdad es que, según lo he visto caminar con el sombrero por las calles de Londres, no he podido evitar pensar en La naranja mecánica… No se sabe nada aún de los posibles personajes históricos, aunque parece que tendremos un buen pedazo de Londres y aledaños para recorrer (¡Sí! ¡Vamos a escalar el Big Ben!) Id preparando los mandos para el próximo otoño (23 de Octubre para PS4 y XboxOne), porque lo que nos han enseñado aún está por pulir.

La verdad es que Jacob parece bastante alejado de la elegancia de Ezio Auditore, pero seamos sinceros. Independientemente de lo que nos enseñen en el futuro, sabemos que lo probaremos y que no vamos a parar. Porque en el fondo, los assassins (si eres templario no te lo tomes a mal, cada uno escoge su bando) somos incansables viajeros de la historia. Y nos molan las atalayas. Mucho.

Señores de Ubisoft, sigan siendo creativos. A fin de cuentas «nada es verdad. Todo está permitido».

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