Más del 75% de los tenedores de deuda de Abengoa se han puesto de acuerdo para pedir una prórroga del plazo hasta el 28 de octubre para suscribir el plan financiero de la empresa, con lo que tendrían 7 meses más. Por el momento el juez ha admitido a trámite esta solicitud y ha cerrado la puerta a posibles intentos por parte de los acreedores para liquidar sus deudas mediante el patrimonio de la sociedad.

Los propietarios de deuda de Abengoa se han puesto de acuerdo para ponerse de acuerdo. Por el momento los grandes acreedores no han conseguido que un mínimo del 75% de los tenedores suscriban el plan de reestructuración del pasivo de la compañía. Sin embargo, una masa representativa del 75,04% de la deuda sí ha secunda una prórroga para alcanzar un acuerdo.

Este pacto es lo que han comunicado los acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla, donde se dirime si se declara a la empresa en concurso de acreedores.

En una providencia del juzgado a la que ha tenido acceso SABEMOS, el magistrado Pedro Márquez adimite a trámite esta petición y paraliza las ejecuciones contra el patrimonio de Abengoa -esto es, los embargos solicitados por parte de los acreedores para liquidar la deuda-. Todo un alivio para la compañía.

Lo que pretenden los tenedores de deuda es negociar las condiciones del programa financiero de Abengoa, que se encuentra en una situación de manifiesta insolvencia desde que se acogiera al preconcurso de acreedores en noviembre.

El juez Pedro Márquez ha bloqueado los posibles embargos que pidieran los acreedores

En concreto, siempre de acuerdo con la providencia que admite a trámite el acuerdo de los acreedores, los afectados por los problemas en el pasivo de la compañía esperan obtener del juez una prórroga hasta el 28 de octubre para negociar la adhesión del 75% de la deuda, con la que se podría evitar la situación concursal. Posteriormente Abengoa tendría que aprobar el plan en su junta general de accionistas, tal y como indican fuentes del Fuentes del G6, el grupo que aglutina a los 6 principales acreedores de la sociedad -Banco Santander, Bankia, CaixaBank, Banco Popular, Crédit Agricole y HSBC-.

En un comunicado, Abengoa adelanta que tratará de homologar en los tribunales estadounidenses la situación en la que ha quedado el concurso de acreedores, al tiempo que resalta que este acuerdo “es un paso clave en el proceso de reestructuración”.

Ahora sólo falta por saber lo que dictaminan los tribunales. Las fuentes del G6 consultadas subrayan a SABEMOS que si el juez no hubiera visto con buenos ojos la prórroga se lo habría comunicado a los afectados.

El consenso de tres cuartos de la deuda supera en 15 puntos porcentuales al mínimo del 60% que se pusieron los acreedores para solicitar que se dilatara el plazo, pero tampoco garantiza que el magistrado se pliegue a sus deseos.

Plazos para la salvación

Lo cierto es que, con la ley en la mano, a Abengoa se le ha acabado el tiempo. La Ley Concursal establece un plazo de 3 meses para negociar un acuerdo extrajudicial desde que una empresa se declara en preconcurso; finalizado ese periodo de tiempo, si no se obtiene un pacto la sociedad debe presentar el concurso de acreedores en un mes. Este plazo de tres meses y uno adicional concluyó este domingo, así que cada día que se añade es un regalo.

Desde la compañía y desde el G6 han recalcado en varias ocasiones que es habitual que se den prórrogas para alcanzar un acuerdo del 75% cuando se consigue un volumen de firmas representativo de más del 60%. De hecho, han aclarado que existen precedentes.

Lo que desean las dos partes es salvar el concurso de la empresa, que sería el mayor jamás declarado en España. Abengoa tenía a cierre de 2015 más de 9.300 millones de euros en deuda y el ambicioso plan de reestructuración prevé reducirla hasta los 4.900 millones. Con los planes que han diseñado hasta ahora los acreedores y la compañía quieren reflotar la sociedad y evitar que siga perdiendo oportunidades de negocio. Por su parte, los sindicatos se van a reunir hoy con la compañía, que explicará la situación a los representantes de los trabajadores.

Si el juez decide mantenerle la respiración artificial a Abengoa, los acreedores tendrán hasta octubre para cerrar los flecos de su pacto. Para entonces deberían haberse puesto de acuerdo sobre cómo hinchar el flotador de la firma hispalense, porque el 28 de octubre sería el límite definitivo.

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