Para la época estival, la red de franquicias Llaollao tiene previsto aumentar su plantilla un 70% con 350 nuevos trabajadores.

“El yogur helado es un producto con muy buena aceptación durante cualquier época del año, si bien es cierto que durante los meses de verano su consumo se cuadruplica y tenemos que satisfacer la demanda con empleados temporales”, señala Pedro Espinosa, fundador de Llaollao, la franquicia europea de yogur helado con mayor implantación en el mundo.

Fue en 2009 cuando el murciano Pedro Espinosa, descendiente de familia heladera, introdujo la idea del frozen yogurt en España, después de haber visto lo bien que funcionaba en EE.UU. Algo que supuso toda una revolución el pasado verano, cuando las calles de las ciudades comenzaron a llenarse de franquicias de tiendas bajo distintas denominaciones que vendían yogur helado con toppings de diferentes sabores.

El ‘frozen yogurt’ llegó a España de la mano de Pedro Espinosa y Llaollao

Sin embargo, el éxito de Llaollao viene respaldado por ser el pionero de los yogures helados en España. Hoy son muchos los competidores que se han sumado a este negocio, pero esto parece ser algo que no preocupa demasiado a la empresa, desde donde indican que su principal valor diferencial radica en que sus productos son de elaboración 100% artesanal con ingredientes de primera calidad, a un precio asequible y ofrecido en espacios cuidados al detalle. Unos factores que les permiten crear una experiencia única para sus clientes, según LLaollao.

El crecimiento que ha sufrido desde que abriese su primer establecimiento en Denia hasta hoy lo podemos ver reflejado en los datos de facturación, aunque en los últimos tiempos se ha frenado. En 2012 lograba alcanzar 30 millones (duplicando los datos de 2011), pero en 2014, y a pesar de haber incrementado notablemente el número de tiendas, esta cifra se ha reducido hasta los 27 millones (18,5 millones en la red nacional y 8,5 millones en la red Internacional). La inversión inicial fueron 100.000 euros de un crédito ICO y el apoyo familiar, una cantidad que cinco años después ya ha sido recuperada.

Pero no solo aquí vemos esa evolución, ya que si echamos un vistazo al mapa nos encontramos con que esa pequeña franquicia que nacía en España cuenta ahora con 100 locales aquí (la cifra lleva un par de años estabilizada) y 80 en otros 22 países. Acaban de abrir nuevas franquicias en Suiza y El Salvador, y ya se están preparando para contar con más locales en otros 3 países asiáticos. La fiebre por el yogur helado parece no tener fronteras.

El yogur helado contiene menos grasas que el helado de yogur

Aquí son más de 500 personas, repartidas en un centenar de locales, las que trabajan en Llaollao, que no para de incluir nuevos productos en su carta para cubrir todas las demandas: primero fueron las tarrinas de yogur helado, para más tarde incluir batidos, galletas, crepes…todo un repertorio de alimentos que tienen como ingrediente común el yogur helado. Insisten a menudo en las diferencias con otro producto diferente, el helado de yogur, aunque la Organización de Consumidores y Usuarios no está tan de acuerdo con esa diferenciación.  

Al parecer es esto, el hecho de que se trate de un yogur helado lo que hace que este producto sea mucho más sano y contenga menos materia grasa. Desde Llaollao nos explicaban que “la elaboración de yogur helado se hace in situ, con ingredientes naturales de temporada y complementos de primera calidad. Es un producto natural y bajo en grasas (el de Llaollao, también según la OCU, es uno de los mejores en este apartado con un 1,7% de materia grasa, sin contar los toppings). Uno de los elementos para homogeneizar los productos es, por ejemplo, el hecho de que la compañía envasa directamente su propia leche y obliga a las franquicias a usar esa y no otra.

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