Animada por un crecimiento económico sin precedentes y unos buenos indicadores en materia de seguridad y estabilidad social, la capital peruana -ocho millones de habitantes- vive un momento de potente desarrollo en todos los órdenes. Se abren restauran tes y bares, se rehabilitan edificios, se arreglan y engalanan sus calles, los actos culturales están al orden del día y el boom inmobiliario que no tiene precedentes en la historia del país es visible en toda la urbe. Si a eso unimos, la exuberante gastronomía peruana, ya conocida mundialmente, y su vibrante noche, amén de un sinfín de posibilidades en sus alrededores, nos encontramos ante una de las grandes capitales de América Latina. Te ofrecemos algunas pistas acerca de lo que puedes hacer en esta ciudad en una estancia breve.
La plaza de Armas
Puedes comenzar tu visita en este lugar y desde allí dirigirte hacia los numerosas iglesias, conventos y museos que puedes conocer en sus alrededores. La Catedral de Lima muestra varios estilos, desde el gótico tardío, el renacentista hasta el barroco y el plateresco. Tiene varias capillas y recintos en su interior que deben ser visitados con atención, tiempo y dedicación. Ha sufrido numerosas reconstrucciones y rehabilitaciones a lo largo de su historia debido a los numerosos terremotos que ha sufrido la capital peruana. No debes olvidar que en su interior se encuentran los restos del conquistador del Perú, Francisco de Pizarro, en un pequeño cofre en el que fueron hallados en fechas recientes.
Palacio de Gobierno y Ayuntamiento de Lima
Enfrente de la Catedral de Lima nos encontramos con el ayuntamiento de la ciudad y al lado del recinto religioso el Palacio de Gobierno. Ambos edificios son muy recomendables y la estructura de la plaza, con todas las más importantes instituciones en sus alrededores, recuerda a las grandes plazas españolas. Te recomendamos que prestes atención a estos edificios pero sin perder de vista los imponentes balcones de la plaza, seguramente de influencia andaluza, y que son muy característicos de la arquitectura limeña. Detrás del Palacio de Gobierno, hay que reseñar que existen buenas tiendas de artesanías, algunos lugares típicos para comer y la famosa Casa de la Literatura Peruana, que ocupa una antigua estación de trenes y que es un bello lugar. En la esquina de la plaza de las Armas o plaza Mayor, junto a la catedral, se levanta el exquisito Palacio Arzobispal de Lima, una de las primeras construcciones levantadas por Pizarro en 1535.
Iglesia y convento de San Francisco
Es uno de los lugares imperdibles de la ciudad de Lima. Es un gran recinto religioso con archivo, coro, osario -impresionante-, salas, capillas, iglesia, museo y un sinfín de dependencias dedicadas al culto y a la meditación religiosa para sus moradores. Sus obras datan del año 1679 y se extendieron hasta 1730, época del esplendor de España en las Américas, y sigue todos los cánones del barroco que imperaba en esos tiempos, tanto en las colonias como en la metrópoli. Desde este lugar te recomendamos que visites uno de los miradores y parques más visitados de la ciudad: el de la Muralla.
Plaza San Martín y Hotel Bolívar
En la plaza de San Martín puedes encontrar casi todo en sus alrededores: bares, restaurantes, quioscos, tiendas de ropa, librerías y todo aquello que puedas imaginar. Muy recomendables, por sus muy económicos precios y contar con menú del día, son los restaurantes típicamente peruanos que están en los soportales. También te recomendamos que entres en el Gran Hotel Bolívar, creado con la finalidad de alojar a los invitados para las celebraciones del primer centenario de la batalla de Ayacucho en 1924, y que cuenta con más de 150 habitaciones repartidas en cinco pisos. La recepción es impresionante y cuenta con unas vidrieras en su cúpula muy bellas. Para los amigos de lo paranormal, las leyendas y youtube.com cuentan que en ese lugar habitan varios fantasmas y que ocurren fenómenos extraños. Para los amantes de lo más mundano, es un buen lugar para hacer una parada en su bar y tomar un Pisco Sour Catedral. Precio: seis dólares norteamericanos o 20 soles peruanos. Muy cerca de allí, en la plaza de Francia, tienes el interesante y desconocido Museo Josefina Ramos de Cox.
Iglesia y convento de Santo Domingo
Es un complejo religioso que data del siglo XVI pero al que se le fue dando forma a lo largo de la historia debido a los terremotos que asolaron Lima y a los cambios que propiciaron los religiosos que vivieron en el lugar. Es otro templo que no se debe dejar de lado en una visita a la ciudad. Desde allí podemos caminar hacia otros cuatro lugares interesantes por su arquitectura: el Teatro Municipal de Lima; la Iglesia de las Nazarenas y santuario del Señor de los Milagros; el Santuario dude Santa Rosa de Lima y el Teatro Segura, del siglo XVIII y quizá uno de los más antiguos del continente. En las iglesias limeñas, abunda el barroco fundido con el colorismo indígena y un aire de riqueza de la época del esplendor y gloria de los españoles en el continente, mientras Zona del Barranco que en los edificios civiles domina el neoclásico y un cierto tono adusto. También en esa zona encontrarnos buenos lugares para comprar artesanía y objetos de cuero típicamente peruanos y de buena calidad. Por cierto, para los amantes de la gastronomía, solamente recordarles que muy cerca de este recinto religioso y en la misma zona que los edificios reseñados antes se encuentra la Casa de la Gastronomía Peruana, un museo muy gráfico y didáctico acerca de la cocina internacionalmente más conocida de las Américas.
Iglesia de Nuestra Señora de la Merced
Es una de las iglesias más bellas de Lima. Se encuentra en una zona muy turística, comercial y a apenas unos pasos de las dos grandes plazas de la ciudad: la de San Martín y la de las Armas. Además, es uno de los templos más antiguos de la capital (1535) y su fachada es una muestra típica y acabada del estilo barroco churrigueresco limeño, teniendo en su parte central la imagen de la Virgen de las Mercedes que aparece en una hornacina. Muy recomendable y en una zona muy transitada y popular de Lima. Muy cerca de esta iglesia, te recomendamos visitar dos edificios que brillan con luz propia y son interesantes: el Museo del Banco Central de la Reserva -merece la pena entrar si se tiene tiempo- y la Basílica y Convento de San Pedro, también del siglo XVI y de aspecto neoclásico en su exterior aunque en su interior abunda el barroco. Es un lugar con numerosas reliquias de santos y muy visitado por los limeños ávidos de milagros.
Mercado Central y Barrio Chino.
En lo personal, esta zona me parece de las más auténticas de la ciudad. El Mercado Central tiene un sabor indudablemente peruano y puedes encontrar todo aquello que los ciudadanos de a pie -y no los turistas- buscan. Conviene ir con cierta precaución y siempre atento a las pertenencias sin dar mucho el cante, pues abundan los carteristas y tiene fama de no ser un lugar muy seguro. Muy cerca, a apenas unos pasos, está el Barrio Chino de la ciudad, que es un espacio a medio camino entre Pekín y Lima; abundan los letreros en chino mandarín, restaurantes de la misma nacionalidad con buenos precios y limpios y numerosos negocios donde podrás comprar buenas gangas de casi todo lo que te puedas imaginar. Muy recomendable, no te lo puedes perder.
Plaza de Bolívar y Congreso Nacional.
Desde el barrio Chino de Lima puedes caminar hacia la plaza de Bolívar, que no es gran cosa, todo hay que decirlo, y allá te encontrarás con el Congreso Nacional del Perú, un edificio construido en 1822 y que alberga el convulso legislativo peruano. Desde esta plaza podemos caminar hasta la avenida Abancay, que es una de las grandes arterias de Lima y una zona muy comercial y concurrida. Tiene abundantes restaurantes, bares y tiendas populares.