La temporada ciclónica es la época del año en la que está previsto que se produzcan la mayor acumulación pluvial. En República Dominicana y Centroamérica se inició el primero de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre, razón por la cual, el país caribeño se ha visto afectado por distintos fenómenos atmosféricos.

La semana pasada de un fuerte y abundante aguacero que dejó como resultados inundaciones, crecida de cañadas, atascos de tráfico, pérdidas materiales y, por desgracia, humanas.

Una vez más, como era de esperarse, el presidente dominicano, Luis Abinader reaccionó, suspendió su agenda y procedió a la rápida atención de los afectados. Convocó a los ministros y directores generales a una reunión. No tuvo que esperar que se efectuara el referido encuentro para ir en auxilio de las víctimas porque las unidades de socorro ya estaban trabajando en todo lo posible.

Tras el fenómeno, solo bastaron unas horas para ver la reacción de Leonel Fernández. Una vez más aprovechó la ocasión. Según medios de comunicación dominicanos, el partido Fuerza del Pueblo, organización que dirige Fernández, exigió, a través de un comunicado, al gobierno la presentación de “un plan de repuesta a las víctimas de las inundaciones”. ¿Era necesario exigir esto? No, en absoluto, para quien hace una oposición objetiva, porque sin lugar a duda el gobierno lo haría por sí solo. Ahora bien, para quien convierte el populismo en su línea de hacer política, sí. Quizás es la razón por la cual el precandidato presidencial recurre a esto.

Por si fuera poco, Fernández se vale de las mentiras descaradamente y de la más absurda de las barbaridades, al referirse en dicho comunicado, según los mismos medios, a que “con el impacto del huracán Fiona en septiembre pasado, el gobierno evidenció la falta de previsión y planificación frente a estos fenómenos, y con las lluvias de este viernes, vuelven a mostrar que su principal fortaleza es la improvisación”. Pocas cosas son tan descabelladas como esta, no solo porque no sea cierto, sino porque la realidad está ahí y muestra todo lo contrario.

Desmontarle la mentira al expresidente no es difícil, solo basta indagar en las informaciones los días previos a Fiona y quedarían sin fundamento sus argumentos. Apertura de centros de refugios para aquellas personas que se encontraban en estado de vulnerabilidad ante el paso de Fiona, constantes llamamientos a la población para que se preparara ante este fenómeno, suspensión laboral para que los ciudadanos estuvieran más seguros en sus hogares junto a su familia y no se expusieran en las calles, son algunas de las cosas realizadas por el gobierno del presidente Abinader, antes de la llegada de Fiona.

En cuestión de política no se trata de suerte. Por citar solo un caso, mantener la estabilidad económica de un país ante las crisis a las cuales ha tenido que hacer frente el mandatario dominicano, tales como la pandemia del Covid-19, la guerra de Rusia y Ucrania y la herencia recibida de las gestiones pasadas no se logra con la improvisación, se trata del conocimiento de gestión política, transparencia y además del sentir por su pueblo.

Con el nuevo estilo de gobernar del presidente Luis Abinader se ha logrado todo aquello que desmonta las falacias de quienes se escudan en la preocupación de la sociedad, pero que en el trasfondo vislumbran las verdaderas intenciones.

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