El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha señalado que la lucha por la «igualdad digital» debe incluir a todos los segmentos de la sociedad, independientemente de la edad. Además, ha afirmado que las personas mayores “son tal vez quienes más apoyo necesitan” para encarar el reto que plantea la creciente dependencia tecnológica del mundo actual.
Para António Guterres, estas tecnologías pueden ayudar a los ciudadanos mayores a mantenerse conectados con sus seres queridos, asistir a un servicio religioso o a expresar su postura y opinión frente a las cosas.
“Todas esas, y muchas más, son cosas que hacemos cada vez con más frecuencia en el espacio digital, sobre todo dadas las restricciones con las que lidian las personas y las comunidades a consecuencia de la pandemia de Covid19”, afirmó Guterres, quien no se olvidó del mayor aislamiento que han debido enfrentar las personas mayores durante la emergencia sanitaria a causa de su alto grado de vulnerabilidad ante el coronavirus.
Mayor riesgo frente a la ciberdelincuencia
Desde la ONU se ha lanzado una seria advertencia. Las personas mayores también corren un mayor riesgo frente a la amenaza del ciberdelito, y ha hecho un llamamiento a las naciones para que ofrezcan una capacitación adecuada para que no se conviertan en víctimas.
“Al tiempo que adoptamos todas las medidas posibles para que aquellos delincuentes sin escrúpulos que se aprovechan de las personas de edad rindan cuentas de sus actos, debemos también fortalecer las capacidades digitales de esas personas”, subrayó Guterres.
El secretario general de la ONU, además, afirmó que con un mejor conocimiento para navegar el mundo digital, ese colectivo sabrá protegerse de las amenazas cibernéticas y aprovechará las herramientas digitales en favor de su bienestar.
Fuente de conocimiento
Sin embargo, las personas mayores son mucho más que un grupo vulnerable. “Son una fuente de conocimiento, experiencia y profundas contribuciones a nuestro progreso colectivo”, puntualizó el secretario general de Naciones Unidas.
Según Guterres, cuando las personas mayores puedan acceder y utilizar nuevas tecnologías, estarán mejor equipadas para contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por lo que instó a implementar políticas, estrategias y acciones más inclusivas para lograr la igualdad digital para personas de todas las edades.
Brecha digital
A pesar de la rápida innovación tecnológica y digital, la mitad de la población mundial aún no está conectada a internet y existe un marcado contraste entre los países más desarrollados, con un 87% de conectividad, y los países menos desarrollados, con un 19%. Las mujeres y las personas mayores también experimentan en mayor medida la inequidad digital.
En Europa, por ejemplo, sólo una de cada cuatro personas mayores tiene habilidades digitales básicas o superiores a las básicas, en comparación con dos de cada tres en el grupo de edad de 35 a 44 años; tres de cada cuatro entre los jóvenes de 25 a 34 años y cuatro de cada cinco entre los de 16 a 24 años, según datos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa.
Un sondeo de 2019 mostró que en la Unión Europea sólo uno de cada cinco encuestados de 75 años o más participa al menos ocasionalmente en actividades de internet, en comparación con el 98% de los que tienen entre 16 y 29 años.
Los desafíos aumentan con el envejecimiento
Las barreras son diversas, incluido el acceso a dispositivos digitales o internet, la falta de habilidades, experiencia y confianza en uno mismo. El diseño de la tecnología también hace que la participación sea más desafiante a una edad avanzada, cuando ocurren algunas deficiencias físicas o cognitivas.
La ONU exhortó a valorar estas deficiencias en vista del envejecimiento de la población mundial.
Los datos más recientes señalan que en 2019 había 703 millones de personas mayores de 65 años. Durante las próximas tres décadas, se proyecta que ese número se duplicará para llegar a más de 1500 millones de personas de edad en 2050.
Para ese plazo, los países menos desarrollados albergarán a más de dos tercios de la población de edad avanzada del mundo, unos 1100 millones.
Se prevé que el aumento más rápido se produzca en los países menos adelantados, donde el número de personas mayores de 65 años pasar de 37 millones en 2019 a 120 millones en 2050.
Fuente: Diario16