Los eventos climáticos extremos y sin precedentes, las sequías severas, las inundaciones y los incendios forestales nos muestran, una y otra vez, los impactos devastadores del cambio climático en las personas. Hogar de más de la mitad de la población mundial, las ciudades se encuentran en la primera línea del cambio climático y expuestas a peligros extremos relacionados con el clima.

Disclosure Insight Action (CDP), organización que administra el sistema de divulgación global para inversores, empresas, ciudades, estados y regiones para gestionar sus impactos ambientales, acaba de dar a conocer su informe  «Proteger a las personas y el planeta», que recoge los datos más recientes para resaltar los peligros que enfrentan las ciudades a causa del cambio climático, desde las personas afectadas hasta los recursos críticos amenazados, y demuestra la necesidad urgente de que las ciudades pongan a las personas en el centro de su clima.

La escala abrumadora de la crisis climática está creciendo cada vez más. Los datos que arroja el informe provienen de las respuestas de las ciudades a CDP-ICLEI Track en 2022 y muestran que el 80% de las ciudades enfrentan amenazas climáticas significativas, desde calor extremo hasta inundaciones, y para casi una de cada tres ciudades (28 %) estas amenazas amenazan al menos el 70% de su población. Además, una cuarta parte de las ciudades se enfrenta a una amenaza de alto riesgo, como el calor extremo, que se espera que aumente en intensidad y frecuencia para 2025.

Beneficios en salud, empleo, inclusión social y biodiversidad

El análisis revela que las ciudades que toman medidas climáticas centradas en las personas, donde las necesidades y experiencias de las personas, especialmente de los grupos vulnerables, se consideran desde la evaluación hasta el establecimiento de objetivos y la implementación, obtienen múltiples beneficios sociales, económicos y ambientales además de la reducción de emisiones. Estos beneficios adicionales incluyen una mejor salud, más empleos, una mayor inclusión social y una mayor biodiversidad.

Las ciudades que toman medidas climáticas centradas en las personas identificaron siete veces más cobeneficios de las acciones climáticas que otras ciudades. Todos estos beneficios hacen que las ciudades sean lugares más saludables, felices e inclusivos para vivir, trabajar e invertir.

El 85% de las ciudades que toman medidas climáticas centradas en las personas reportaron beneficios para la salud pública, por ejemplo una mejor calidad del aire, salud física y mental; el 85% identificaron beneficios sociales, como mayor seguridad alimentaria y de agua, y mejor protección para las poblaciones vulnerables, y el 84% vieron beneficios económicos en costos reducidos, mayor innovación comercial y productividad mejorada.

Sin embargo, no todas las ciudades pueden adoptar un enfoque centrado en las personas, «por lo que se necesita un cambio en el enfoque para abordar el cambio climático, combinado con un mayor apoyo e inversión de los gobiernos nacionales y el sector privado», indica la organización.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí