Las compañías aéreas estadounidenses declararon la guerra a sus rivales de Oriente Medio con un informe que las acusaba de recibir ayudas públicas por 42.000 millones de dólares. Las aerolíneas del Golfo se revuelven y acusan ahora a las norteamericanas de percibir subsidios por valor de más de 70.000 millones de dólares.

No sólo en política se utiliza como argumento fundamental de un discurso el y tú más. La rivalidad entre empresas, cuando se convierte en debate público, también suele ser una buena excusa para esgrimirlo. Y así está sucediendo en la disputa que desde hace semanas agita la aviación mundial, con el sector aéreo norteamericano y europeo, de una parte, y las aerolíneas del Golfo Pérsico, de la otra. Una disputa que, de momento, está acotada a una mera batalla verbal, pero que puede acabar derivando en batalla legal.

Las grandes aerolíneas estadounidenses –Delta AirLines, United Continental y American Airlines- fueron las primeras en abrir fuego hace unas semanas. Las compañías norteamericanas pidieron a la Casa Blanca que pusiera freno a la expansión de sus rivales del Golfo en el tráfico intercontinental, acusándolas de competencia desleal por las ayudas públicas que perciben. La Administración Obama se lo piensa.

Delta, United y American cifraban en 42.000 millones de dólares (unos 38.000 millones de euros al cambio actual) el montante de las ayudas públicas percibidas por las compañías del Golfo en la última década. Según el dosier elaborado por los grupos estadounidenses, Emirates, Etihad y Qatar Airways, todas ellas de titularidad estatal, habrían recibido esas ayudas mediante generosísimos subsidios para el combustible que consumen o mediante el cobro en sus países de tasas aéreas ventajosas en relación a las de sus rivales.

Las ‘ayudas’ en el ojo ajeno

Las compañías del Golfo ahora se revuelven y afean el cinismo de sus rivales occidentales, acusándolos de percibir ayudas públicas por un importe muy superior al que critican. Según un estudio elaborado por encargo de Etihad, las tres grandes aerolíneas estadounidenses (ellas y las compañías que han ido absorbiendo o fusionando en los últimos años) habrían percibido subsidios por valor de casi 71.500 millones de dólares desde 2000.

Las compañías del Golfo recurren al ‘y tú más’ y lo hacen con sorna: «Los subsidios que sólo están disponibles para compañías de EEUU crean un mercado distorsionado en que el resto de aerolíneas tienen que competir»

Según el estudio de Etihad, elaborado por la consultora The Risk Advisory Group, los grupos aéreos norteamericanos habrían recibido las ayudas gracias fundamentalmente al régimen especial recogido en la ley de quiebras y al que todos se han acogido en algún momento. Las compañías norteamericanas habrían recibido ayudas por 35.460 millones de dólares por esta vía. Y, en paralelo, también habrían obtenido otros 29.400 millones a través de la Corporación de Garantía de las Pensiones del Gobierno de EEUU. El informe de Etihad concreta que United recibió ayudas por valor de 44.400 millones; Delta Airlines, por 15.020 millones; y American por otros 12.050 millones.

“No ponemos en cuestión la legitimidad de los subsidios obtenidos por las compañías del Gobierno de Estados Unidos y de los tribunales de bancarrotas”, explica Jim Callaghan, secretario y consejero de Etihad Airways. “Simplemente queremos mostrar el hecho que las aerolíneas estadounidenses han estado beneficiándose y lo siguen haciendo de un régimen legal claramente favorable, como la protección por quiebra y las garantías de sus pensiones, exenciones de ciertos impuestos y otros subsidios. Y estos subsidios, que generalmente sólo están disponibles para las aerolíneas estadounidenses, han creado un mercado distorsionado en el que compañías como Etihad tienen que competir”. Pues eso: y tú más.

El Golfo como nuevo centro aéreo global

A las críticas procedentes de Estados Unidos, les siguieron una nueva oleada de acusaciones desde Europa. Air France-KLM y Lufthansa, los grupos más afectados por la expansión de las aerolíneas del Golfo en el tráfico entre Europa y Asia, comandan la ofensiva en el Viejo Continente. Los gobiernos de Francia y Alemania solicitaron a la Comisión Europea que limite la concesión de derechos de vuelo a aerolíneas extranjeras que se apoyen en subsidios ilegales. Un embate, por lo demás, que ha roto la patronal aérea europea. Iberia, British Airways, Air Berlin y Alitalia (todas ellas con aerolíneas del Golfo en su accionariado) han abandonado la Asociación de Aerolíneas Europeas en respuesta a los ataques.

Las compañías de los países del Golfo se han erigido en nuevos protagonistas de la aviación mundial. Emirates (Dubai), Qatar Airways (Catar) y Etihad (Abu Dhabi) se han convertido en los instrumentos de los gobiernos de los respectivos emiratos para ejecutar su aventura estratégica de convertir la región del Golfo en el gran punto de enlace en el tráfico aéreo internacional.

Las tres aerolíneas, con sus flamantes aviones nuevos y con sus servicios de primera calidad, quieren ser la herramienta para gran parte del tráfico de interconexión entre Asia, Europa y Estados Unidos. Y, con ello, están rascando poco a poco cuota de mercado a las compañías europeas y estadounidenses que hasta ahora controlaban ese mercado intercontinental. Y ahí los reproches, las acusaciones, la guerra de dossieres y ahora también el y tú más.

 

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