El excoordinador general acusa al diputado malagueño de ser «injusto» con la coalición al señalar que Podemos puede acabar siendo «otra IU». Garzón renunciará a la marca para buscar una candidatura única de las fuerzas a la izquierda del PSOE ante las generales. «Ni acomodados, ni resignados», le avierte el diputado asturiano.

La decisión de Izquierda Unida de renunciar a sus siglas para diluirse en la plataforma Ahora en Común ante las elecciones generales ha provocado un cisma en el seno de la coalición. El excoordinador general, Gaspar Llamazares, no comparte la posición del candidato a La Moncloa, Alberto Garzón, que está dispuesto a dejarse “la piel” por lograr una confluencia que incluya a Podemos. Ese proceso, en el que Pablo Iglesias se resiste a participar pese a las cada vez más débiles condiciones que pone Garzón, puede laminar las señas de identidad de IU, si no sepultarla definitivamente.

“Ni acomodados, ni resignados. Ni ángeles, ni demonios. Comprometidos, con errores, con la transformación social desde la izquierda”, ha tuiteado hoy Llamazares. El portavoz de IU en Asturias ha sido siempre la voz autorizada más crítica con Garzón, que desde su elección como candidato a La Moncloa ha apostado por la confluencia de las fuerzas a la izquierda del PSOE. El diputado malagueño es partidario de formar una candidatura popular para las generales del estilo de las municipalistas Ahora Madrid o Barcelona en Comú, proyecto que Podemos rechaza emprender a nivel estatal.

A menudo Iglesias se refiere a la posición, “muy difícil”, de Garzón. Por un lado, tiene que lidiar con las tensiones internas que le provoca su apuesta decidida por la unidad popular, y por otro tratar de convencer a la dirección de Podemos de que un nuevo proyecto de las “fuerzas del cambio”, sin que ninguno tenga la hegemonía, es el mejor modo de enfrentarse al bipartidismo. Una solución salomónica pareció encontrar este fin de semana, al decidir integrar a sus candidatos a Cortes en Ahora en Común, dejando para octubre la negociación definitiva con un Iglesias que exigía como condición sine qua non la no comparecencia de las siglas de IU.

El 22% de la Presidencia Federal de la coalición no le avaló en esta decisión. Se trata fundamentalmente de la corriente Izquierda Abierta que lidera el propio Llamazares, a quien su buen resultado en las autonómicas de mayo -donde el resto de la formación se hundió- le ha dotado de un plus de legitimidad. El discurso con que Garzón ha acompañado su último movimiento ha acabado por soliviantar al diputado asturiano, que no esconde su discrepancia.

Críticas «minoritarias»

Llamazares quiere confluir, pero no a cualquier precio, y desde luego no en un proceso donde Podemos acapare todo el protagonismo y deje al resto el papel de comparsa. “Todos los procesos de transformación y de toma de decisiones implican resistencias”, reconocía hoy mismo en eldiario.es el candidato de IU a La Moncloa, que reducía esas críticas a “minoritarias”. En esa misma entrevista hacía también una radiografía del partido morado, que podría acabar incurriendo en vicios parecidos a los que él cree afectaron a su organización en etapas precedentes. “Yo he visto en IU durante mucho tiempo cierto conformismo con porcentajes del 7% o del 10% que permitían mantener la maquinaria del aparato y una serie de contrataciones y redes clientelares y permitían incluso ser una oposición influyente. Me aterroriza que Podemos se pueda convertir en otra IU”, expone Garzón.

A quien fuera líder de la coalición de 2000 a 2008 este razonamiento no le ha sentado nada bien. “¡Qué injusto con IU!”, ha clamado Llamazares en Twitter a primera hora de la mañana. Es solo el último episodio de un desencuentro que hace unos días le llevó a alertar del peligro de “absorción electoral” que corría IU al plegarse a todas las condiciones de Podemos. Su opinión, varias veces reiterada, es que cualquier negociación debe hacerse “de igual a igual” y basarse “en el respeto, el reconocimiento mutuo”. Esta mañana se ha reafirmado ante las cámaras de Cuatro. 

Un respeto que no mostró Iglesias cuando se refirió a sus otrora correlegionarios como “cenizos” incapaces de conseguir «nada» en 25 años. El líder de Podemos siempre ha tendido la mano a miembros de IU, pero les pide que primero se liberen de “la mochila” que supone militar en esa coalición. Así lo hizo, por ejemplo, Tania Sánchez, que abandonó la organización para concurrir en las primarias del partido morado. Garzón no quiere ir tan lejos y desea permanecer en IU, aunque para las generales tenga que diluirla en una candidatura conjunta y renunciar a las siglas y a parte del programa. Pero ni aún así Iglesias se aviene todavía a ir de la mano con él.

El complicado juego de equilibrios de Garzón: contentar a todas las facciones de IU al tiempo que seduce a Podemos para una alianza electoral

El diputado malagueño se ve obligado, pues, a emprender un complicado juego de equilibrios internos y externos, al estilo de lo que ocurrió en las municipales de mayo. Allí la situación se fue completamente de las manos ante la inflexibilidad de IU-Madrid, que se negó a acatar la decisión de la dirección federal de presentarse bajo el paraguas de Ahora Madrid. Al final los candidatos a alcaldía y comunidad renunciaron, la federación madrileña se quedó fuera de ambas instituciones por primera vez en su historia y acusó a Garzón de haber hecho campaña contra sus propias siglas. IU decidió tras los comicios romper con los díscolos y montar su propia estructura, proceso que acabó en los juzgados.

El surrealismo de esa situación está lejos de reeditarse a nivel nacional, pero las tensiones internas se acentuarán en proporción a las concesiones que se vayan haciendo en favor de la confluencia. La última palabra, en cualquier caso, la tendrá la militancia. “Todo, lo que sea, será consultado”, promete Garzón.

el pacto con podemos, «más cerca»

Alberto Garzón ha vuelto a señalar este martes que ve «más cerca» un pacto con Podemos de cara a las generales, aunque aún no han comenzado a negociarlo. De momento se están preparando las condiciones para una confluencia, con pasos como la decisión de IU de concurrir a las primarias de la plataforma Ahora en Común. En declaraciones en Girona durante la campaña catalana, Garzón ha dicho que dialoga con todas las fuerzas, que hace años que habla directamente con Pablo Iglesias y que asume que cerrar una candidatura unitaria es «difícil porque hay obstáculos», pero cree que ahora están más cerca porque han conseguido una actitud de respeto entre las distintas formaciones, informa Europa Press. «Tanto Pablo como yo pensamos que ésta no es una pelea de listas, sino por un modelo de sociedad, y hay que hacer lo posible para que fuerzas y personas que tenemos diferencias puntuales nos pongamos de acuerdo», ha añadido.

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