La mañana del 29 de octubre de 2017, Theo Francken, Secretario de Estado de Asilo e Inmigración de Bélgica, escribía en Twitter (ahora X) que «el presidente del Gobierno catalán, Puigdemont, podrá solicitar asilo político». Era la primera autoridad extranjera que le ofrecía una mano amiga. Tanto es así, que, al día siguiente, tras la declaración fallida de independencia de Cataluña, Carles Puigdemont decidió huir de España en un coche hasta llegar a Bélgica.
Tras el referéndum de independencia de Cataluña, Francken se mostró dispuesto a que los catalanes independentistas pudieran solicitar asilo en Bélgica, lo que originó que el primer ministro Charles Michel le instara a «no echar más leña al fuego», al peligrar las relaciones con España.
Las amistades peligrosas de Puigdemont
Theo Francken es un político belga flamenco que estudió pedagogía en KU Leuven. Desde 2004 formó parte del gabinete del ministro flamenco Geert Bourgeois como asesor político en educación, trabajo y deporte; y luego como Subdirector de Gabinete para la Integración. Fue elegido para la Cámara de Representantes el 13 de junio de 2010. En octubre de 2014 fue nombrado secretario de Estado de Asilo e Inmigración. Previamente, el 14 de octubre de 2012 había sido elegido como alcalde de su ciudad natal: Lubbeek.
Hasta aquí, el currículo de Francken es como el de cualquier político promedio. Pero las sombras del secretario de Estado de Asilo e Inmigración belga incluyen una multa de 4.000 euros diarios por negarse a ofrecer un visado humanitario a una familia siria que vivía en Alepo, a pesar de que la justicia había fallado a favor de su concesión. Francken puso como pretexto que la población belga «ya se ha mostrado particularmente acogedora» durante la crisis migratoria que vivía entonces Europa.
En noviembre de 2011 llegó a cuestionar en redes sociales el aporte de las inmigraciones marroquí, argelina y congoleña.
Y en octubre de 2014, varios partidos políticos exigieron su renuncia después de que estuviera presente en el cumpleaños de Bob Maes, un exmiembro del Unión Nacional Flamenca, un partido que colaboró con los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
