El Tribunal Superior de Londres ha rechazado la extradición a España del etarra convicto Antton Troitiño, reclamado por pertenencia a ETA.

El juez Roger Thomas ha aceptado el recurso de la defensa contra la entrega al considerar que la Audiencia Nacional española no ha cumplido con los nuevos requisitos introducidos el año pasado en la Ley de Extradición británica, según ha informado la agencia Efe.

El pasado mes de abril, el juez Howard Riddle, de la Corte de Magistrados de Westminster, autorizó la extradicción del etarra, de 58 años, por el cargo de supuesta pertenencia a ETA, aunque rechazó otro cargo que le imputaba España, el de falsificación y posesión de documentos oficiales en alusión al pasaporte falso que tenía cuando fue detenido en Londres el 29 de junio de 2012.

El Tribunal Superior considera en su auto, recogido por Europa Press, que la petición de la Audiencia Nacional no ha tenido en cuenta la reforma introducida hace dos años en la Ley de Extradición británica, que data de 2003. Concretamente menciona la sección 12A de la norma, que establece que los países que reclaman la extradición deben aportar pruebas que aseguren que la ausencia física del sospechoso es «el único motivo» por el que no puede fijarse fecha para el juicio.

Condenado a más de 2.700 años de cárcel por 22 atentados, Troitiño, alias ‘Miguel Ángel’, estuvo en busca y captura desde el 20 de abril de 2011, tras ser puesto en libertad sólo siete días antes por un error de la Audiencia Nacional, que le descontó el tiempo pasado en prisión preventiva del límite máximo de estancia en la cárcel (30 años) y no del conjunto de sus condenas.

Tras ser arrestado en Londres, Troitiño se benefició de la anulación de la llamada ‘doctrina Parot’ –que establecía que los descuentos de pena por beneficios penitenciarios se aplicasen a cada una de las penas, no sobre el máximo legal de estancia en prisión–. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) la anuló el 21 de octubre de 2013 y Troitiño logró la libertad condicional.

COMETIÓ 22 ATENTADOS

El etarra cometió 22 atentados como miembro del ‘comando Madrid’, entre ellos el perpetrado en 1986 en la plaza de República Dominicana de Madrid, en el que fallecieron 12 guardias civiles, fue puesto en libertad tras pasar 24 años en prisión, pero no tendría que haber salido hasta 2017.

Troitiño Arranz nació el 26 de junio de 1957 en Tariego de Carrato (Palencia). Fue miembro del «comando Madrid», detenido el 16 de enero de 1987, al asaltar los GEOS un piso de la calle Río Ulla, donde fueron detenidos otros cinco etarras: Cristina Arrizabalaga, María Teresa Rojo, Esteban Esteban Nieto, Inmaculada Noble y José Ignacio de Juana Chaos.

Consiguieron huir en aquella ocasión; José Martín López Castañares, siendo arrestado en 1994, al descubrirse la fábrica de ETA en Mouguerre (Francia). También huyó Inés del Rio Prada «Nieves» y «Pequeña», siendo detenida en el mes de julio de ese año en Zaragoza.

El primer atentado mortal por el que fue condenado se produjo el 26 de octubre de 1983 en Irún, donde ETA asesinó al carnicero Lorenzo Mendizabal. Fue tiroteado cuando despachaba a sus clientes en su establecimiento. Por esta acción, Troitiño fue condenado a 20 años de cárcel en 1988.

El 14 de junio de 1984 participó en el asesinato del guardia civil Ángel Zapatero Antolín en San Sebastián. En aquel atentado con bomba lapa resultó herido un niño de 14 años. Por estos hechos la Audiencia Nacional condenó al terrorista a 29 años de cárcel en 1988.

Un año después la Audiencia Nacional le condenó a otros 87 años de prisión por ametrallar al teniente coronel del Ejército de Tierra Carlos Vesteiro, al comandante Ricardo Saénz de Ynestrillas y al soldado conductor Francisco Casillas el 17 de junio de 1986 en Madrid.

ATENTADO EN LA PLAZA DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

La máxima pena impuesta a este terrorista fue ese mismo año 1989 cuando fue condenado a 2.232 años de cárcel por el atentado perpetrado en la madrileña Plaza de la República Dominicana donde murieron 12 guardias civiles y otras siete personas resultaron heridas el 14 de julio de 1986. Los terroristas colocaron una furgoneta bomba cargada con cinco ollas a presión cargadas de explosivos.

En 1990 la Audiencia Nacional le condenó a 378 años de cárcel por el atentado contra un Land Rover de la Guardia Civil perpetrado el 25 de abril de 1986 en la calle de Juan Bravo de Madrid. Murieron cinco guardias civiles y otros cuatro resultaron heridos. Además, hirieron también a siete viandantes.

 

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