La violencia contra los niños ha aumentado en más de un 130% durante el último trimestre de 2023 en la región africana del Sahel central, donde los menores de edad sufren reclutamiento y utilización en grupos armados, asesinatos y mutilaciones.
Los datos aportados por UNICEF revelan que los abusos ocurren principalmente en las zonas de conflicto de Burkina Faso, Mali y Níger.
Gilles Fagninou, director regional para Asia Occidental y Central, subraya la necesidad de frenar este incremento de las violaciones a los derechos de los niños. Dice que «los civiles necesitan protección contra todas las formas de violencia. Hay demasiados niños afectados por graves violaciones de sus derechos».
Proteger a los vulnerables
Para garantizar la protección de los menores, los incidentes violentos en la región central del Sahel deben cesar. Sólo así podrán hacer realidad sus derechos básicos a la vida en virtud de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño.
«UNICEF ha exhortado a todos los involucrados en la actual crisis a que pongan fin a todas las formas de violencia, asesinato y abuso de los niños y niñas, de conformidad con las obligaciones que les impone el derecho internacional», enfatiza Fagninou.
Situación volátil
La situación de la seguridad en el Sahel central sigue siendo inestable, con ataques frecuentes contra civiles en un contexto de tensiones políticas y crecientes necesidades humanitarias. Entre febrero y abril de 2024 se han registrado más de 1.180 incidentes de seguridad, que se cobraron la vida de casi 3.400 personas.
Burkina Faso ha reportado la muerte de más de 220 civiles, entre ellos 56 niños, en ataques perpetrados en un solo día al parecer por el ejército contra dos aldeas a finales de febrero.
Asimismo, en Mali, unos 110 civiles que viajaban en tres autobuses entre las ciudades de Bandiagara y Bankass fueron secuestrados por grupos armados a mediados de abril. Aún no han sido liberados.
Violaciones contra los niños
La resolución 1612 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada en 2005, identificó seis violaciones graves contra los niños: reclutamiento y utilización de niños soldados, asesinatos y mutilaciones, violencia sexual, secuestros, ataques contra escuelas y hospitales y denegación de acceso a la ayuda humanitaria.
Al poner de relieve estas violaciones, la resolución busca unir esfuerzos mundiales para proteger a los niños en las zonas de conflicto y mitigar el devastador impacto de la guerra en las vidas de los más jóvenes.