Carlos Mazón junto a Isabel Díaz Ayuso en la toma de posesión del primero como presidente de la Generalidad Valenciana

La gestión de la última DANA en la Comunidad Valenciana ha puesto en entredicho al gobierno de Carlos Mazón y al Partido Popular, mostrando una falta de previsión y de rapidez que agravó las consecuencias de la catástrofe. Las lluvias torrenciales que azotaron la región el 29 de octubre provocaron desbordamientos y un daño incalculable, pero también evidenciaron un Consell sin recursos organizados ni una reacción clara ante la emergencia. La Generalitat valenciana no solo reaccionó tarde, sino que, en un episodio que raya en la improvisación total, recurrió a la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso para que les guiara sobre cómo redactar y enviar un mensaje de alerta.

La Generalitat pide ayuda a Madrid… por WhatsApp

Mientras el temporal alcanzaba su pico de intensidad en la tarde del 29 de octubre, el equipo de Carlos Mazón decidió, según publica El Mundo, enviar un mensaje de emergencia a la ciudadanía usando el sistema ES-Alert, pero la Generalitat no tenía claro el contenido ni el formato. Fue entonces cuando, en lugar de contar con un protocolo claro y preparado, solicitaron ayuda a la Comunidad de Madrid por WhatsApp, pidiendo la “textualidad” de los mensajes que Ayuso había utilizado en situaciones similares. La respuesta de Madrid llegó poco después de las 18:00 horas, y en ese momento, el Consell valenciano comenzó a discutir si el mensaje debía ser en valenciano o en castellano, largo o breve. Estas dudas y decisiones tardías retrasaron el envío del mensaje hasta las 20:00 horas, cuando ya había desaparecidos y los daños en viviendas y bienes personales eran irreparables.

Una emergencia sin liderazgo

Mientras su equipo se debatía en las decisiones de última hora sobre el mensaje de alerta, el presidente Carlos Mazón no se encontraba en la sala de coordinación. En un gesto que ha generado gran indignación, Mazón, en lugar de supervisar la respuesta de emergencia, estaba en una reunión privada con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la presidencia de la radiotelevisión pública À Punt. La ausencia de Mazón en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), el órgano encargado de gestionar la emergencia ha sido justificada por el propio presidente, quien declaró que su asistencia “no era obligatoria”. Sin embargo, para una ciudadanía que vivía en tiempo real el peligro del temporal, su ausencia solo fue una muestra de falta de compromiso y liderazgo.

Pradas, la consejera de Interior, sin conocimiento del sistema de alertas

La consejera de Interior y responsable de Emergencias, Salomé Pradas, también quedó en evidencia durante la gestión de la DANA. La consellera reconoció públicamente que desconocía el sistema ES-Alert, una herramienta crucial para advertir a la población en situaciones de emergencia. Este desconocimiento generó una fuerte controversia y cuestionó seriamente la capacidad de la Generalitat para responder ante la catástrofe. Pradas, señalada como una de las responsables del caos, podría ser cesada, aunque en Presidencia se baraja también trasladarla a otro departamento para evitar una pérdida de fuero en caso de judicialización de su gestión.

Una Generalitat sin preparación para lo anunciado por AEMET

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) había lanzado varias alertas sobre el riesgo de lluvias intensas y desbordamientos en la Comunidad Valenciana, alertas que la Generalitat ignoró hasta que el temporal ya había causado grandes estragos. Pese a las advertencias de la Confederación Hidrográfica del Júcar sobre el peligro de desbordamiento del barranco del Poyo, el gobierno valenciano se demoró en evaluar la situación y responder de manera contundente. Incluso cuando la situación era crítica, el Consell tardó en enviar un mensaje de advertencia a la población, aduciendo confusión y falta de un mensaje claro, como si se tratara de una situación imprevista y no de una emergencia anunciada.

La “reforma” de Mazón llega tarde

Tras la polémica por la gestión de la DANA, Mazón ha decidido presentar una reforma de su equipo de gobierno. Este plan contempla la creación de un “megadepartamento” que integrará todas las competencias relacionadas con la reconstrucción, probablemente con rango de Vicepresidencia. La medida, según se apunta desde Presidencia, busca proyectar la imagen de un gobierno competente, comprometido y capaz de asumir el reto de la reconstrucción. Sin embargo, este anuncio ha sido interpretado por la ciudadanía y analistas como una maniobra tardía y oportunista para desviar la atención de sus errores iniciales.

Para muchas personas, esta “reorganización” llega después de que el gobierno demostrara, en tiempo real, su incapacidad para gestionar una emergencia anunciada. Las críticas a Mazón no solo se enfocan en su falta de liderazgo en momentos críticos, sino también en el manejo interno de su equipo, en el que ahora se perfilan cambios para intentar lavar la imagen de un Consell al que le faltó preparación y reacción. La consellera de Interior, Pradas, así como la de Industria y Turismo, Nuria Montes, son algunas de las figuras que podrían ser desplazadas o movidas en un intento por mostrar una Generalitat comprometida con la recuperación de la Comunidad Valenciana.

Comparación con la gestión de Ayuso en Madrid

La falta de preparación y la respuesta tardía en Valencia contrastan fuertemente con la gestión de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, quien utilizó el sistema ES-Alert con eficacia durante el temporal de septiembre de 2023. En aquella ocasión, la Comunidad de Madrid activó el sistema de alertas de emergencia y, pese a las críticas por el impacto del mensaje en la población, la respuesta fue rápida y organizada. Mazón, en lugar de contar con un plan propio, optó por acudir a Madrid para pedir ayuda en la redacción de una alerta, lo que evidenció aún más la falta de autonomía y la desorganización del gobierno valenciano. La dependencia de Mazón de Ayuso se ha convertido en un elemento que cuestiona la capacidad del líder valenciano y su equipo para enfrentar crisis de manera independiente y eficiente.

Una confianza quebrada en el PP valenciano

La DANA y su gestión han dejado a la Generalitat valenciana en una situación comprometida y han puesto en evidencia las carencias de un gobierno que no ha sabido proteger a su ciudadanía. La falta de preparación, la dependencia de Ayuso para cuestiones básicas como el contenido de una alerta y la inacción en momentos críticos han quebrado la confianza de muchos ciudadanos en el liderazgo de Mazón y su equipo.

En lugar de un Consell robusto y listo para actuar, la DANA ha destapado un gobierno sin previsión, incapaz de gestionar una crisis anunciada, y que se encontró improvisando sobre la marcha, incluso mientras la vida y el bienestar de miles de personas estaban en juego. Con cada nueva revelación, la imagen de Mazón se debilita, y las promesas de un futuro gobierno eficiente y comprometido parecen solo palabras vacías en contraste con la realidad de un PP que, en Valencia, se muestra frágil y mal preparado para el desafío.

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