La Cumbre del Clima COP26 ha culminado con un acuerdo de mínimos que se mantiene lejos de los objetivos indicados por los científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Los casi 200 países representados en la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas se han comprometido a acelerar los recortes de emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a 1,5 grados para 2100 con respecto a los niveles preindustriales. De ahora en adelante se requerirá de medidas «rápidas, profundas y reducciones sostenidas en un 45% para 2030», dice el documento, pero no se impondrán nuevas obligaciones a los países más contaminantes. Eso sí, los gobiernos tendrán que presentar nuevos planes nacionales para 2022, tres años antes de lo acordado en París.
«Es un paso adelante significativo para lograr una reducción de emisiones compatible con los escenarios del IPCC», ha afirmado la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera.
La enmienda de India
Alok Sharma, presidente de la COP26, profundamente emocionado y entre lágrimas, anunció que el acuerdo quedaba aprobado tras un cambio de última hora introducido por India y que dilatará en el tiempo el final del carbón, una modificación acogida con serias reticencias por el resto de países y aprobada para evitar la ruptura de las negociaciones. Lo que en principio iba a reflejarse en el texto final como una eliminación progresiva del carbón, sólo será una reducción progresiva. India ha liderado, en la recta final de la Cumbre del Clima, un grupo de países, entre los que destacan China, Irán o Sudáfrica, que han anunciado la adopción de medidas en relación al carbón.
El acuerdo insta a los países a ser más ambiciosos en la reducción de emisiones en el transcurso de esta década, considerando las responsabilidades comunes pero diferenciadas de todas las partes.
Reducción de ayudas públicas a los combustibles fósiles
La reducción de subsidios públicos a los combustibles fósiles es otro de los puntos del documento, pero tendrán que ser los gobiernos quienes decidan qué ayudas son ineficientes. Estas ascienden a 420.000 millones de dólares anuales, lo que representa 11 millones de dólares por minuto de subvenciones públicas destinadas al carbón, el petróleo y el gas, según Naciones Unidas.
El documento retrasa los recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero, pues los gobiernos tienen de plazo hasta 2022 para presentar de forma voluntaria nuevos compromisos. Para el ministro británico Alok Sharma, «el acuerdo es equilibrado, pero no todos los aspectos serán bienvenidos por todos».
Un fondo para los países vulnerables
También se recoge la creación, antes de 2025, del fondo de 100.000 millones de dólares anuales que los países desarrollados se comprometieron a destinar a los Estados más vulnerables, hace más de diez años, de manera que puedan afrontar los daños derivados del cambio climático.
«Un acuerdo en el que por fin se asume la importancia de un trabajo cada vez más imprescindible, como es invertir en adaptación y disponer de mecanismos ágiles para responder a las catástrofes climáticas en las que la mitigación no es posible», ha afirmado Rivera.
Asimismo, se ha adoptado un acuerdo sobre las normas fundamentales relacionadas con el artículo 6 sobre los mercados de carbono, lo que hará que el Acuerdo de París sea plenamente operativo. Esto dará certeza y previsibilidad a los enfoques de mercado y no de mercado en apoyo de la mitigación y la adaptación. Al tiempo, el Marco de Transparencia Mejorado, prevé tablas y formatos acordados para contabilizar e informar sobre los objetivos y las emisiones.
Reacciones
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha calificado el resultado como «un paso importante, pero no es suficiente. Es hora de entrar en modo de emergencia. La batalla climática es la lucha de nuestras vidas y esa lucha debe ganarse».
Alok Sharma, presidente de la COP26 en el Reino Unido, dijo: “Ahora podemos decir con credibilidad que hemos mantenido vivos 1,5 grados. Pero su pulso es débil y solo sobrevivirá si cumplimos nuestras promesas y traducimos los compromisos en acciones rápidas. Agradezco a la CMNUCC por trabajar con nosotros para lograr una COP26 exitosa ”.
Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático dijo: «Agradezco a la Presidencia ya todos los Ministros sus incansables esfuerzos durante la conferencia y felicito a todas las Partes por finalizar el reglamento. ¡Este es un logro excelente! Significa que el Acuerdo de París ahora puede funcionar plenamente en beneficio de todos, ahora y en el futuro «.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha elogiado la COP26 como «un paso en la dirección correcta». Ha afirmado que «al inicio de esta conferencia, nos planteamos tres objetivos: Primero, conseguir compromisos para reducir las emisiones también durante esta década, para mantener al alcance la meta de limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Segundo, alcanzar la meta de 100 mil millones de dólares por año de financiación climática para países en desarrollo y vulnerables. Y tercero, para llegar a un acuerdo sobre el reglamento de París. Hemos avanzado en los tres objetivos «.
Por su parte, Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International, ha descrito el acuerdo como «dócil, débil y la meta de 1.5C está viva, pero se ha enviado una señal de que la era del carbón está terminando. Y eso importa «.
La activista ambiental Greta Thunberg ha expresado su decepción con el resultado. «Aquí hay un breve resumen: bla, bla, bla», ha dicho sobre el pacto. «El trabajo real continúa fuera de estos pasillos. Y nunca nos rendiremos, nunca».
Los Jefes de Estado y de Gobierno y los delegados que han participado en la COP26 llevaron a la conferencia una aguda conciencia de la gravedad de la crisis climática que enfrenta el mundo y de la necesidad de estar a la altura de la responsabilidad histórica de abordar este desafío existencial. Ahora, se van de Glasgow teniendo claro el trabajo que queda por hacer, la implementación de instrumentos más sólidos y eficaces para lograrlo y un mayor compromiso para promover la acción climática —y hacerlo más rápidamente— en todos los ámbitos.
