La COP29, la cumbre climática más importante del año, abrió sus negociaciones en Bakú, Azerbaiyán, para hablar, entre otros muchos asuntos, sobre la financiación climática, el paquete de negociación clave de este año. Ecologistas en Acción, como parte de la sociedad civil internacional, se encuentra presente para llevar a cabo un seguimiento de las negociaciones y una oposición firme a los intereses fósiles y financieros en las mismas. La presencia activista este año se encuentra «con la represión del gobierno azerí, pero siguen siendo muchas las acciones y protestas planificadas para los siguientes días», aseguran desde la organización.
Los temas de negociación
El tema principal de esta cumbre es, sin duda, la financiación climática, lo que se conoce como nueva meta global colectiva y cuantificada (NCQG). Un debate que viene ocupando gran parte del esfuerzo de las delegaciones durante los últimos años, pero especialmente en este último, cuando se han sucedido más de una decena de diálogos técnicos, varios encuentros a alto nivel y contactos bilaterales. El objetivo de los mismos era llegar a esta cumbre con un texto que permitiera un avance significativo en esta primera semana.
Sin embargo, en palabras de las activistas, durante esta semana “se están tirando a la basura los escasos avances que se habían logrado previamente”. Así, se decidió en los primeros días de la cumbre retirar cualquier avance en el NCQG e iniciar de nuevo el proceso volviendo a iniciar la recogida de impresiones de países y reiniciar las negociaciones.
Javier Andaluz, responsable de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, presente en la COP29, explica que “esta actitud de los países es una irresponsabilidad de enormes consecuencias para aquellos que ya están sufriendo las peores consecuencias de la crisis climática”. Añade que “las actitudes de bloqueo y de procrastinación de los países, y especialmente del Norte Global, en la financiación hacen poco creíble que la segunda semana podamos tener un texto final lo suficientemente sólido”
Añade que “en estos momentos está sucediendo una reunión entre los países para avanzar en las negociaciones a la que se ha limitado la entrada a observadores. Está práctica muestra el interés de grandes potencias del Norte global como EE.UU. que no están dispuestas a mostrar públicamente y a los ojos de los observadores su nula voluntad de avanzar un acuerdo”. Andaluz concluye que “esas tretas son infantiles y obvian la capacidad de coordinación de toda una sociedad civil mundial que seguirá denunciando el incumplímiebto de sus compromisos y exigiendo las reparaciones históricas necesarias”.
Por otra parte, hay que dejar claro que no sólo se trata de una cumbre de financiación, sino que hay muchos paquetes de negociación. En cuanto a mitigación, Sofía Fernández, activista del Área de Energía y Clima, deja claro que los borradores son “completamente insuficientes”. Añade con preocupación que “aún no se ven referencias en los textos a un abandono de los combustibles fósiles, ni a otros avances alcanzados en la pasada cumbre. No podemos permitirnos dar pasos atrás”.Asimismo, hay países que están planteando retrasar el proceso del balance global, “algo vergonzoso en una situación de emergencia climática como la que atravesamos”, según Sofía.
La adaptación al cambio climático, otro de los temas pendientes, llega a esta cumbre en el terrible contexto de las consecuencias de la DANA en Valencia, que ponen de manifiesto una vez más la importancia de tomar medidas serias y efectivas para hacer frente a los efectos ya presentes del cambio climático. “Lo que nos estamos jugando aquí es que muchos países históricamente empobrecidos sean capaces de hacer frente a las peores consecuencias”, afirma Irene Rubiera. “Ahora que vemos con claridad la devastación que ha dejado la DANA”, prosigue la activista, “en un país con recursos y del Norte Global como el nuestro, debemos poner la solidaridad internacional en el centro del debate y asegurarnos de no dejar a nadie atrás”.
Acciones y sociedad civil
En las gradas del enorme estadio en el que está teniendo lugar la cumbre, un grupo internacional de activistas, entre los que se contaban integrantes de Ecologistas en Acción, han desplegado unas enormes letras de varios metros de altura con el texto “PAY UP!”, haciendo referencia directa al candente tema de la financiación climática por parte del Norte global.
La sociedad civil presente en las negociaciones manifiesta su intención de dar continuidad a las diversas acciones de cumbres pasadas y critica la vulneración de derechos humanos del país anfitrión, así como su flagrante falta de compromiso con la lucha frente al cambio climático, especialmente a la luz de las recientes declaraciones del presidente azerí, calificando el petróleo y el gas como “un regalo divino”.
Ante esto, Carmen Duce, coordinadora confederal de Ecologistas en Acción, opina que “si realmente son un regalo divino, ¿consideraremos también como tal los 200 episodios de clima catastrófico de los últimos años? ¿Y las temperaturas récord de esta semana en Europa y África? Si nos esforzamos seguro que también podemos echarle la culpa de las más de 2400 piezas de desinformación emitidas por el lobby fósil en el último año”.