La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha publicado su Informe Anual 2023 sobre la calidad de las aguas en la cuenca del Segura, revelando datos preocupantes acerca de la calidad del agua en la región. Según el informe, uno de los puntos de control en el Río Segura, ubicado debajo de la mayor depuradora de la región, Murcia Este, reportó mala calidad del agua el 87,9% de los días durante 2023, superando sistemáticamente los umbrales de fosfatos establecidos por la normativa vigente.
El documento destaca que «la EAA de San Antón (código 708-SA) es notable por tener un 87,9 % de los días en los que se ha diagnosticado mala calidad del agua, debido principalmente al resultado de concentración de fosfatos que supera el valor umbral indicado». Esta situación se debe principalmente a una concentración de fosfatos alta, un indicador claro de contaminación que afecta tanto a la calidad del agua como al ecosistema local. La depuradora de Murcia Este, que vierte aproximadamente 4.000.000 m³ de agua al año, ha sido identificada como una de las principales responsables de estos elevados niveles de fosfatos.
La presencia de fosfatos en el agua es un indicador de contaminación que puede provenir de diversas fuentes, como aguas residuales y detergentes, entre otros. El exceso de fosfatos puede provocar eutrofización, un fenómeno que causa el crecimiento descontrolado de algas y otras plantas acuáticas. Esto puede afectar negativamente el ecosistema acuático al reducir los niveles de oxígeno y amenazar la vida acuática, además de comprometer el uso del agua para consumo humano y agrícola.
Además de los fosfatos, se han detectado niveles alarmantes de Escherichia coli (bacteria fecal) aguas abajo de la depuradora. Este problema trasciende el ámbito medioambiental, convirtiéndose en una grave amenaza para la salud pública. En este contexto, la Fundación Ingenio ha cuestionado al Gobierno regional de Murcia sobre la veracidad de los datos aportados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Desde la Fundación se preguntan si el Gobierno regional también tachará de cuestionables, dudosos o mentirosos estos datos arrojados por MITECO. Para la organización, estos datos son una prueba más de la existencia de un problema de aguas residuales, avalado con datos oficiales de la CHS.
