En el año 2020, Donald Trump no aceptó su derrota electoral. Es más, a día de hoy sigue sin hacerlo y continúa con su teoría de la conspiración de que se produjo un fraude electoral, una teoría que es creída por millones de personas, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. La no aceptación de la victoria de Joe Biden derivó en el asalto al Capitolio protagonizado por los seguidores de Trump: ultranacionalistas, supremacistas, belicistas, reservistas, radicales de las armas y miembros del Ku Klux Klan.
Nadie garantiza que Trump no pretenda organizar otro caos si no gana en noviembre de 2024 a Kamala Harris, sobre todo porque fue un golpe duro para él la retirada de la candidatura de Joe Biden, a quien ahora reclama con legítimo candidato.
Trump sigue afirmando que la nominación de Harris es inconstitucional, acusándola, incluso, de haber dado un golpe de Estado para ser la candidata demócrata. Sin embargo, todo parece indicar que lo que el expresidente está haciendo es sentar las bases para cuestionar la legitimidad del resultado de las elecciones de noviembre.
Desde un punto de vista legal, el hecho de que el Comité Nacional Demócrata aprobara la candidatura Harris / Walz ya es suficiente garantía para que nadie dude de la legitimidad de la papeleta. La nominación se hizo dentro del plazo y, en consecuencia, no hay ningún resquicio que justifique las críticas de Trump.
Sin embargo, el hecho de que algo sea legal no es obstáculo para que Trump afirme que no lo es, aunque sea mentira. Es la esta estafa constante del candidato republicano. El problema es que hay millones de personas que permiten ser estafadas.
John Bolton, exasesor de Seguridad de la Casa Blanca en la Administración Trump, ha sido contundente a la hora de afirmar que el cuestionamiento de la candidatura de Harris es el inicio del cuestionamiento del resultado electoral de noviembre si Trump pierde.
«Sabemos una cosa con certeza: Trump nunca pierde. Y si no es declarado ganador de 2024, como en 2020, debe ser porque fue tratado injustamente una vez más; se lo robaron una vez más. No creo que sepa exactamente cuál será su teoría esta vez para explicar cómo se le negó la posibilidad de ganar las elecciones, por lo que está sacando a relucir una serie de cosas. Y creo que es por eso que la gente necesita empezar a pensar más ahora en cómo negarle a Trump la capacidad, el día después de las elecciones, si pierde, de intentar volver a sumir el proceso en el caos», afirmó Bolton en la CNN.
Trump, en su conversación con el multimillonario ultra Elon Musk, acusó a Kamala Harris de que su ascenso era una estafa y acusó a los demócratas de obligar a Biden a retirarse. «Fue un golpe de Estado contra un presidente de Estados Unidos. No quería irse y le dijeron: ‘Podemos hacerlo de la manera amable o podemos hacerlo de la manera difícil’», dijo Trump a Musk.
La semana pasada, en una comparecencia ante los medios de comunicación, el republicano, con su estilo populista, dijo que la candidatura de Harris era inconstitucional para, a continuación, afirmar que «tal vez no lo sea».
La cuestión es que Trump pensó que tenía ganada la Casa Blanca con Biden como contrincante. Ahora va por debajo en las encuestas.