Tras la compra de La Nevera Roja por parte de Just-Eat ha surgido un gigante del reparto de comida a domicilio. Tan grande como Yamaha. Pero también, con una relación compleja, como la que tienen Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Aunque el responsable de Just-Eat, Jesús Rebollo, asegura que es una competición bajo la misma marca.

En una entrevista con Efe, Rebollo ha desvelado que La Nevera Roja podría aportar un crecimiento añadido del 40% al negocio de Just-Eat. Esa es su previsión. Además, el responsable de la startup detalla que ahora la compañía «se encuentra en una fase muy interesante de descubrir lo que está pasando en La Navera Roja y cuáles son sus diferencias y similitudes con nuestra compañía».

Rebollo confiesa estar muy satisfecho con la compra de La Nevera Roja, pues «reforzará nuestro posicionamiento y nos ayudará a seguir creciendo en los próximos años»; entre ambas compañías podrían sumar unos 5.500 establecimientos y cientos de miles de usuarios. Compara la situación entre las dos empresas como un equipo de motociclismo: «Dos pilotos que quieren competir entre ellos, pero que pertenecen a la misma marca».

A su juicio, España es un mercado muy incipiente en reservas de restaurantes por internet, «aún el 93 % de la gente pide comida a domicilio por teléfono, frente a otros países europeos que logran ya el 60 %». Por ese motivo, cree que todavía queda un gran público por conquistar, teniendo en cuenta que es el país con mayor número de smartphone. «De la misma forma que las reservas de viajes han pasado a hacerse por internet, lo mismo será en el segmento de comida a domicilio», asegura.

En 2014, Just Eat realizó 200.000 pedidos al mes para sus restaurantes asociados; en 2015, duplicó esta cifra hasta los 400.000 pedidos al mes, lo que generó un volumen de negocio de 96 millones de euros a los establecimientos, según datos del sector. «Ha sido un año muy bueno, hemos crecido un 100 % porque es un mercado incipiente en pedidos online», afirma Rebollo, quien considera que, aunque esté empezando, «tiene mucho potencial, porque comer no es un servicio esporádico». Para reforzar el mercado español, Rebollo avanza que llegarán al público a través de campañas de marketing, con la mayor partida destinada a televisión, canales digitales y autobuses.

Un público concreto

En España, casi el 25 % del negocio de Just Eat lo efectúa a la hora de comer, pues «la gente pide cada vez más comida preparada a mediodía desde el trabajo; aunque la cena sigue siendo el pedido más demandado por internet», explica. En otros países de Europa, sin embargo, los restaurantes «online» sólo ingresan el 3 % de las ventas a la hora de la comida, porque la gente allí come sólo un sandwich o algo rápido a esa hora, según Rebollo.

En general, a su juicio, existen tres tipos de consumidores de comida «online»: jóvenes estudiantes que se dan un capricho a la semana, los urbanitas en torno a los 35 años que están empezando su primer trabajo serio y los que están en la franja entre 35 y 50 años. Rebollo detalla que este último grupo tiene niños, está muy ocupados y su capricho semanal es pedir cena a domicilio.

En cuanto a tipo de comida que eligen con más frecuencia son la japonesa, china, turca y española; de hecho, «los restaurantes españoles apuestan cada vez más por ofrecer este tipo de reservas online, que ven ya como un filón de negocio», añade.

Avanza, además, que a la oferta de comida por internet se están sumando nuevos productos «gourmet» como vinos o menús de autor. Queremos dar todo tipo de opciones a los usuarios: platos elaborados, veganos, sin gluten, mediterráneos… En el fondo, somos un claro reflejo de los que está pasando en la restauración, concluye.

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