Izquierda Unida gastará 2,5 millones de euros en la campaña para las elecciones generales del 20 de diciembre, que estará centrada en la figura de su candidato, Alberto Garzón, y reivindicará el trabajo de la formación alejándose del enfrentamiento con otros partidos en su espacio electoral, como Podemos.

IU ha decidido hacer una campaña austera y ha limitado a 2,5 millones de euros el gasto durante las dos semanas previas a las elecciones, lejos de los más de seis millones que se gastó en las generales del año 2011 o los 5 millones de las elecciones al Parlamento Europeo de hace un año y medio.

Para financiarla pedirá un crédito bancario, aunque se trata de un montante que podrá devolver íntegro tras las elecciones gracias a las subvenciones a las que tienen derecho los partidos políticos por sus resultados en los últimos comicios.

La mayor parte del presupuesto estará destinado al ‘mailing’ electoral, que será completo en algunas partes de España y parcial en otros territorios, y el resto se repartirá entre las federaciones para sus actos de campaña.

Pequeños y austeros escenarios

Los actos de la caravana central, la que encabezará Garzón, tendrán una escenografía muy parecida a la que ya se aplicó en las elecciones autonómicas y municipales de mayo, con un pequeño escenario y un decorado austero y minimalista, alejado de los grandes escenarios y pabellones.

El plan general de campaña prevé un discurso «siempre en positivo» con una estrategia centrada en Alberto Garzón, conscientes de que el escenario está muy repartido entre el bipartidismo clásico de PP y PSOE y los dos partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos. «Alberto Garzón, como capital político ampliamente reconocido y muy positivamente valorado por la ciudadanía, es el competidor natural frente al resto de liderazgos», destaca.

Pero además, apuesta por poner en valor «en sí misma a IU», alejándose de una campaña electoral «en comparación y confrontación a otros» en el espacio electoral de izquierda. En el caso de Podemos, aunque asume que tienen coincidencias programáticas, considera que hay «elementos claros diferenciales» que permiten a IU ocupar un espacio político propio.

Convencer a antiguos votantes de IU  

El reto es convencer a los que han votado a Izquierda Unida en anteriores convocatorias y llegar a los votantes indecisos, para lo que la organización contempla las redes sociales como un medio básico de movilización.

En todo caso, IU se guarda la oportunidad de estar preparados para «articular un discurso más duro en las oportunidades en las que los rivales muestren sus debilidades». Este es el caso del discurso de Garzón durante la última semana, en la que se ha dedicado a criticar a PSOE, Podemos y Ciudadanos por «pelearse por el centro» político. En un desayuno informativo llegó a decir que IU es una fuerza incómoda para Podemos porque el partido de Pablo Iglesias aspira a ser «la UCD del futuro».

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