El líder de Podemos reitera al candidato de IU a La Moncloa que en ningún caso renunciará a sus siglas para favorecer la unidad popular. Sí vería bien integrarle a él si abandona la coalición de Cayo Lara.

Pablo Iglesias se entiende «bien» con Alberto Garzón y cree que ambos pueden compartir «una agenda de cambio» pero no quiere ni oír hablar de una coalición Podemos-Izquierda Unida de cara a las generales. El secretario general de la formación morada y el candidato a La Moncloa de IU han mantenido hoy una reunión de hora y media donde han quedado patentes sus diferencias respecto al proyecto de convergencia entre fuerzas y movimientos de izquierdas que coinciden en reclamar.

«Tenemos nociones diferentes de lo que significa la unidad popular», ha indicado Iglesias, quien en múltiples ocasiones había rechazado la mano tendida por Garzón. Su postura es no negociar «desde arriba» posibles alianzas, sino favorecer el diálogo «desde abajo» entre agentes sociales y movimientos populares. También es inflexible el líder de Podemos en su determinación de no renunciar a las siglas, logo y estructura para crear plataformas instrumentales del estilo de las municipalistas Ahora Madrid o Barcelona en Comú.

Solo en regiones con un «ecosistema político específico» como Cataluña, Galicia o la Comunidad Valenciana vería bien establecer alianzas en igualdad de condiciones con fuerzas como ICV, las mareas o Compromís. «En ningún caso» se da esta posibilidad a nivel nacional con IU, declaró recientemente en Radio Nacional de España. Aunque, eso sí, mantiene sus puertas abiertas a los que de manera individual quieran integrarse.

Garzón, en cambio, es partidario de que todos los partidos que converjan renuncien temporalmente a sus siglas en favor de una marca nueva. Su idea es compartida por el líder de Equo, Juan López de Uralde, y no es mal vista por los impulsores de las mareas gallegas. Iglesias se enfrenta ahora al reto de sumar apoyos antes de que el candidato de IU pueda hacerse fuerte en una posición que seduce a ciertas bases de Podemos y miembros del sector crítico.

Por ello y para lanzar su precampaña, ha iniciado una gira por España –Ruta del cambio– en la que mantiene encuentros con movimientos sociales y con los nuevos alcaldes «del cambio». El acto central de la iniciativa tendrá lugar en Madrid el 11 de julio con la organización de un foro en el que participarán decenas de colectivos junto a círculos de Podemos.

Garzón, mientras tanto, realiza por su cuenta gestiones para impulsar la unidad popular según su criterio, que en ningún caso contempla la disolución de IU. Esa medida fue planteada por Juan Carlos Monedero como condición indispensable para acoger bajo el paraguas de Podemos a miembros de la fuerza que aún coordina Cayo Lara y que sería la única manera de ir en las mismas listas que Iglesias. Eso o renunciar a la militancia.

El diputado malagueño ve todavía margen para el acuerdo –«queda tiempo para poner en marcha una candidatura de unidad popular»- aunque lo cierto es que el reloj corre en su contra. En breve Podemos abrirá su proceso de primarias, anunciará sus más que previsibles acuerdos con Compromís o Més y avanzará en el proceso de incorporar a miembros de la sociedad civil a su proyecto con iniciativas como la ya mencionada Ruta del cambio.

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