El grupo aéreo de British Airways, Iberia y Vueling cree que la salida de Reino Unido de la UE no tendría un impacto a largo plazo en su negocio.

A una semana del referéndum que decidirá si el Reino Unido permanece o no en la UE, Walsh señaló, en su intervención en la junta general anual de accionistas del grupo aéreo celebrada en Madrid, que IAG, como empresa responsable, ha realizado una evaluación de los riesgos del ‘brexit’. La conclusión del grupo, que integra a British Airways (BA), Iberia, Vueling y Aer Lingus, es que, en caso de que el Reino Unido decida abandonar la UE, «su salida no tendría un impacto material a largo plazo» en su negocio.

Aunque IAG opina que el sector de la aviación y los consumidores europeos, incluidos los del Reino Unido, se han beneficiado del libre comercio y del espacio aéreo común europeo, considera que se trata de «una decisión que debe tomar el electorado británico, por lo que no recomendaremos a la gente cómo debe votar», indicó. «Hemos asumido una posición empresarial y no política sobre el referéndum», subrayó.

Walsh hizo, asimismo, el balance de los primeros cinco años de IAG, creado a partir de la fusión entre Iberia y BA, en los cuales el grupo se ha consolidado y ampliado, «asegurándonos de integrar únicamente a las aerolíneas adecuadas».

Según el consejero delegado, se han superado los «ambiciosos» objetivos financieros fijados en 2011 e IAG logró obtener beneficios históricos. En 2015, logró un beneficio de las operaciones récord de 2.300 millones de euros, superando «con creces» el objetivo inicial de 1.500 millones. Además, el grupo ha doblado la cifra de pasajeros registrada en 2011, transportando entre las cuatro aerolíneas que lo conforman cerca de 95 millones de clientes en los 529 aviones que componen su flota.

Las sinergias de costes e ingresos, en términos netos y anuales, tras los cinco primeros años ascienden a 856 millones de euros, más del doble del objetivo inicial del grupo, fijado en 400 millones, lo que confirma que, trabajando juntos, se pueden generar más ingresos y reducir más costes que de manera aislada, recalcó.

El consejero delegado de IAG detalló que los nuevos objetivos para los próximos cinco años, hasta 2020, son un retorno sobre el capital invertido del 15 %, un beneficio de las operaciones de entre el 12 % y el 15 % y un crecimiento medio del beneficio por acción al 12 «por año.

El presidente del grupo, Antonio Vázquez, agregó que el «monumental esfuerzo» de gestión durante esos años, ha permitido retribuir por primera vez a los accionistas de la compañía a cuenta de los resultados de 2015.

Ya se ha repartido un dividendo de 10 céntimos, al que se suma ahora uno complementario de otros 10 céntimo más, aprobado hoy por la junta y que se distribuirá a partir del próximo 4 de julio. Para Vázquez, se trata del «primer paso» en la firme voluntad del grupo de establecer un dividendo sostenible a largo plazo.

La junta aprobó, asimismo, el nombramientos de dos nuevos consejeros, Marc Bolland y Emilio Saracho, que sustituyen al presidente de BA, Martin Broughton, y César Alierta, que abandonan el consejo del grupo por motivos personales.

Vázquez agradeció la aportación de Alierta durante esos cinco años ya que, a su juicio, ha sido siempre «determinante» y, de manera especial, en los momentos difíciles, en los que la transformación de Iberia requería «de una altura de miras por encima del malentendido patriotismo que amenazaba la propia existencia de la empresa».

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