La compañía de ropa americana lleva dos años consecutivos perdiendo mercado y parece que 2016 no va a ser una excepción, con una caída del 6% en sus ventas del primer trimestre. Disney ha supuesto la clave del éxito para otras empresas como Vans, Privalia o Netflix, que también han confiado en la alianza con la segunda mayor productora del mundo.

Disney es sinónimo de éxito, y sino que se lo pregunten a la larga lista de compañías que han confiado en ella para impulsar su negocio. La última en sumarse ha sido la empresa de distribución textil Gap, que ha firmado un acuerdo con el grupo para vender productos de la marca durante la temporada de verano, una colaboración que podría extenderse hasta 2018.

La realidad es que el grupo americano no atraviesa su mejor momento. La clásica marca ha visto reducida su cuota de mercado año tras año. Si 2014 auguraba el comienzo de una mala época, con un insignificante aumento del 2% en sus ventas, 2015 fue el annus horribilis de la cadena, con un descenso del 3,8% en su facturación, que alcanzó los 14.330 millones de euros.

La mala acogida de sus productos, sumada al aumento de la competencia en la industria, provocó un impresionante descenso del beneficio neto en el último ejercicio, que pasó de caer un 1% en 2014 a un 27% en 2015, hasta alcanzar los 834 millones de euros.

En los últimos cuatro meses de 2015, la cadena echó el cierre a 134 establecimientos, fundamentalmente en Estados Unidos donde se clausuraron 82 tiendas. Actualmente, el grupo cuenta con un total de 3.721 comercios, aunque su distribución internacional no es comparable a la de sus grandes competidores Inditex y H&M.

Gap ya ha anunciado que no tiene previsto abrir nuevos enclaves físicos durante este ejercicio, como parte de su plan estratégico con el que espera ahorrar hasta 25 millones de euros.

La cadena ya anunció sus malas previsiones a mediados del pasado año en la Bolsa de Nueva York. La reorganización incluye un plan de cierre de hasta 175 establecimientos y el despido de 250 empleados en su sede de San Francisco.

Los resultados del primer trimestre de 2016 parece confirmar la tendencia: una caída del 6% en su facturación y un beneficio neto de 113,2 millones de euros, un 46,8% inferior al del mismo periodo de 2015. Lo que ha llevado el presidente de la compañía Paul Pressler, exdirectivo Disney, a buscar la ayuda de la productora.

La gallina de los huevos de oro

Gap no es la primera que ha recurrido a la factoría Disney para dar visibilidad a su negocio. La marca de zapatillas Vans no ha dudado en ofrecer su producto como lienzo a los famosos personales infantiles en varias ocasiones.

El año pasado la popular compañía estadounidense renovaba su colaboración con Disney, tras una primera temporada en 2013, y ampliaba la gama de productos bajo este diseño.

El pasado mes de abril era el outlet de moda Privalia el que anunciaba un acuerdo estratégico con la compañía de Mickey Mouse para vender en exclusiva productos de la factoría.

Privalia y The Walt Disney Company firmaron una colaboración anual con el lanzamiento de su primer Disney Corner, la sección infantil online dedicada en exclusiva a la venta de productos Disney. La apertura del espacio coincide con el estreno de los tres filmes más esperados de la productora para 2016.

Netflix tampoco es indiferente al éxito atemporal de las películas Disney. La plataforma se ha asegurado la emisión del contenido de la productora y de sus franquicias –Marvel, Pixar, Lucasfilm- a partir de septiembre. Aunque el acuerdo es sólo efectivo en Estados Unidos, no se descarta que la web de reproducción en streaming siga la misma estrategia en otros países.

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