Futuro Vegetal, el colectivo de desobediencia civil no violenta que ha protagonizado acciones durante el año pasado como pegarse a Las Majas de Goya, interrumpir un partido de la Copa Davis o, recientemente, paralizar el tráfico de la M-30, en plena operación salida navideña, ha anunciado a través de sus redes sociales y de su página web la estrategia con la que pretende acabar con las subvenciones a la ganadería.
El colectivo contempla un mes de acciones diarias de desobediencia civil no violenta de alta intensidad para «aumentar la conflictividad social» y «forzar al gobierno» a cumplir su demanda.
Futuro Vegetal considera que «las subvenciones que actualmente se destinan a la ganadería deben redirigirse a la promoción de alternativas social y ecológicamente responsables basadas en vegetales para adaptar el sistema agroalimentario al nuevo escenario climático y mitigar el efecto de la crisis climática».
Según ha asegurado el colectivo, el objetivo para esta campaña de desobediencia civil es movilizar al menos a 3.000 personas dispuestas a ser detenidas.
Las acciones de Futuro Vegetal han sido diversas a lo largo del último año. Así, durante el verano, irrumpieron un evento de boxeo patrocinado por uno de los principales grupos de la industria cárnica del estado español. También bloquearon la salida de «La Vuelta» ciclista a España en el tramo que salía de la sede del mismo grupo empresarial, patrocinador de este evento deportivo. En octubre bloquearon el acceso de productos cárnicos de MercaBarna, el mercado central de la ciudad de Barcelona, durante 6 horas. Y hasta llenaron de sangre falsa una sala del Museo Egipcio de Barcelona abriendo un debate sobre las formas de reivindicar empleadas por Futuro Vegetal y otras organizaciones de perfil similar. Cuentan con seguidores y detractores, que cuestionan que para visibilizar asuntos como la crisis climática se necesario pegarse a las Las Majas de Goya.
