El ministro del Interior comparece en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones por la reunión mantenida con el imputado Rodrigo Rato el pasado 29 de julio en la sede del Ministerio. Defiende que era su deber “atender esa petición” y asegura que no pretendía «ocultar nada» y que Mariano Rajoy se enteró de la cita por la prensa. La oposición pide su cese.

“No tengo ninguna duda de que esa reunión se tenía que celebrar en el Ministerio”. Jorge Fernández Díaz, titular de Interior, ha defendido hoy sin ambages su decisión de reunirse con Rodrigo Rato en la sede de su departamento el pasado 29 de julio. Lo hizo a petición del exvicepresidente del Gobierno, ha relatado en su comparecencia ante la comisión de Interior del Congreso de los Diputados, que estaba «fundadamente» preocupado por su seguridad, algo que no es reprochable ni «legal ni éticamente».

Fernández Díaz justifica que la cita con el exdirector general del FMI se celebrase y que se hiciese en la sede de su departamento porque es su obligación velar por la seguridad de los altos y exaltos cargos. Y la de Rato se veía amenazada, y así ha sido acreditado, por lo que era menester tratar la cuestión. Y es que un asunto así prevalece «sobre criterios de oportunidad política», ha dicho el ministro, admitiendo lo poco conveniente para él y su Ejecutivo que es que trascienda un hecho así.

Fernández asegura que ningún tema más fue abordado en la cita, que se hizo «con luz y taquígrafos» y no «en una cafetería, ni en una gasolinera, ni en un piso franco». También ha incidido en el hecho de que se hiciera «a plena luz del día, en jonada laboral», para evidenciar que no tenía nada que ocultar. Rato le mostró en la conversación su preocupación por que le afectara el recorte de escoltas que en los últimos años se viene produciendo a raíz del cese de la violencia de ETA.

El ministro considera acreditado que Rato está amenazado y que es su deber tratar personalmente el asunto

Y es que el expresidente de Bankia, investigado por su gestión al frente de esta entidad, denuncia amenazas a él y a su familia, ha dicho el ministro. Dicha circunstancia entraría en el ámbito de la «reserva» propia de un cargo como el de titular de Interior, que se ve obligado a romper por las «conjeturas», escalada de «especulaciones» y «acusaciones» que ha recibido. En particular, Fernández ha apuntado al PSOE, «partido que ha gobernado España», criticando su frivolidad y que politice un asunto así.

Fernández Díaz ha reiterado en varias ocasiones que esa preocupación era «fundada» ya que Rato había sido increpado y amenazado, entre otros medios, a través de las redes sociales. «Es mi deber recibirle si así me lo solicita personalmente. Esto vale para cualquier alto cargo» se ha justificado. Además, ha negado que sea algo excepcional, ya que ha tratado asuntos similares «con decenas y decenas y decenas» de personas, del ámbito público y del privado, de varias formaciones, a lo largo de la legislatura.

Todas estas explicaciones, detalladas a lo largo de 50 minutos de comparecencia, han sido insuficentes para la oposición. UPyD, Izquierda Plural, Convergència, Unió y PSOE han coincidido en criticar al ministro y pedir su dimisión por lo que consideran un proceder intolerable.

Careo en la Audiencia Nacional

«Su comparecencia ha sido bochornosa y patética. ¿Cuando alguien cree que le van a quitar la escolta ha de ir a ver al ministro?», le ha espetado Rosa Díez, portavoz magenta en la comisión de Interior, que ha sido la primera en darle réplica. Díez ha hecho hincapié en la «contradicción» que aprecia en la presunta transparencia que rodeó a la reunión y el hecho de que se supiera de ella por los medios de comunicación. También ha criticado que se esté dando la imagen de que importe «conocer al que manda» cuando se tiene un problema, ya que en temas como el de la escolta «las decisiones las toman los profesionales y las explican los profesionales». «Lo único decente en términos políticos que usted puede hacer es anunciarnos su dimisión», ha rematado. En el turno de dúplica, Díez ha ido un paso más allá y ha anunciado que UPyD pedirá en la Audiencia Nacional un careo entre el titular de Interior y Rato por la «contradicción» que aprecia entre sus versiones.

También Ricardo Sixto, portavoz del Grupo Izquierda Plural, ha reclamado la renuncia de Fernández Díaz, a quien ha acusado de contar «una milonga». «Poca preocupación tiene Rato por su seguridad cuando salta en yate o se pasea en vespa por Gijón», ha ironizado, antes de restar crédito a las presuntas coacciones que recibe: «Amenazas en Twitter las tenemos todos».

CDC asegura que Fernández «nos toma por idiotas» y el PSOE que los asuntos de seguridad se resuelven «en comisaría»

El Grupo Catalán se ha repartido el turno de diez minutos que le correspondía entre el convergente Feliu-Joan Guillaumes y el miembro de Unió Antoni Picó. Especialmente duro se ha mostrado Guillaumes -«nos toma por idiotas, nadie puede creerse que la seguridad fuera el único tema tratado»- que ha calificado al compareciente como el ministro «de los despropósitos», «de lo Anterior» más que del Interior. «Siempre ha estado al borde del abismo pero ahora ha dado un paso adelante. Dimita», ha concluido el diputado nacionalista.

Antonio Trevín, portavoz del Grupo Socialista, ha llevado preparada una detallada intervención que requería algo más de los diez minutos que le correspondían. «Usted trató de distraernos diciéndonos ‘cariño, esto no es lo que parece’ cuando se conoció la reunión», ha comenzado a narrar con un punto de sarcasmo. Para Trevín, cuyo partido registró ayer una denuncia contra el ministro en la Fiscalía General del Estado, la versión ofrecida hoy carece de verosimilitud y solo puede concluir con la dimisión o cese de Fernández Díaz.

No se cree el diputado del PSOE que la reunión fuera solo de carácter personal -«¿hablaron de la carburación de la vespa azul con la que Rato se pasea por Gijón?»- y aunque se hubiera producido por esa inseguridad que percibe Rato, no considera que el ministro sea el responsable de despacharlo. «Nos dice que se vieron por un problema de amenazas. ¿Desde cuándo eso lo resuelve el ministro? En cualquier comisaría lo resuelven», ha zanjado.

Trevín ha concluido su intervención con una batería de preguntas, la acusación de que «su Ministerio no acaba de tomarse en serio la lucha contra la corrupción» y la petición de renuncia: «Dimita ya o exigiremos al presidente del Gobierno que lo cese de inmediato».

Tras el parlamentario socialista, han intervenido los Grupos que no habían solicitado la comparecencia del ministro. Amaiur y PNV han criticado en distinto grado el comportamiento de Fernández Díaz, UPN ha sido más condescendiente y solo Francisco Márquez de la Rubia, portavoz del PP en la comisión, ha defendido sin reservas al ministro.

La actitud de la oposición, ha dicho el diputado popular, responde al interés de crear «el escándalo político del verano». «No queremos pirómanos de verano, ni histriones teatreros», ha subrayado tras loar la «irreprochable» exposición del ministro.

«No les interesa la verdad, mordieron un hueso y no querían soltarlo», responde el ministro a la oposición

En la réplica, Fernández Díaz ha insistido en la gravedad de las amenazas recibidas por Rato, que van mucho más allá de meros tuits, «y me tengo que quedar ahí porque ya he ido demasiado lejos». Sobre la posible contradicción de la transparencia de la reunión, ha contestado que «transparencia no es publicidad, pero sí lo opuesto a clandestinidad», recordando que existe dentro de la agenda oficial actos que se difunden y actos que no. La cita del día 29 le «hubiera gustado que no trascendiera» porque «es muy negativo que estemos debatiendo en público de esta cuestión».

Cualquier duda al respecto la hubiera despejado con gusto personalmente a miembros de la oposición, pero «habían mordido el hueso y no querían soltarlo» porque «no les interesa la verdad», sino sacar rédito político de la polémica. Dando respuesta a preguntas de varios portavoces, ha señalado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se enteró del encuentro por la prensa, el día 8 de agosto: «Yo he hablado de esa visita (con Rajoy) por primera vez el día que salió publicada en los medios, el pasado sábado, y le llamé yo porque no me llamó él para pedirme explicaciones». En cuanto a él, no ha vuelto a hablar con su excompañero de partido desde entonces y antes de eso hacía «mucho, meses o años» que no lo hacía.

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