Mario Tascón, periodista y fundador de la consultora de comunicación Prodigioso Volcán, ha ofrecido una charla virtual a los empleados de BBVA para analizar este fenómeno, y explicar cómo se pueden identificar las noticias falsas y evitar su propagación. Esta charla se enmarca dentro de la iniciativa ‘BBVA en casa’, que ofrece a los empleados de la entidad consejos para trabajar y conciliar la vida personal y laboral, durante el confinamiento provocado por el coronavirus.

Tascón comenzó parafraseando al lingüista y politólogo Noam Chomsky, cuando dijo que “ya nadie cree en los hechos”. ¿Por qué sucede esto? Porque es más fácil creer en algo que sentimos, en algo que ya creemos que es verdad, aunque no esté demostrado, y sobre lo que ya tenemos un sesgo establecido. Las noticias falsas se apalancan en las propias creencias de los individuos, utilizando técnicas propias del ‘marketing’ para su creación y propagación.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un gran exponente de esta tendencia, según Tascón, pues tiene un gran potencial para manipular el pensamiento. Esto lo consigue gracias a que es capaz de enmarcar y repetir los mismos conceptos muchas veces, logrando guiar a otros a repetir sus palabras y haciendo que la gente lo ataque dentro de su propio marco lingüístico. Como contrapunto a estas actitudes están la mayoría de la prensa, editores, medios de comunicación o comunidades científicas, que desconocen cómo funcionan y cómo se utilizan estos mecanismos.

Las noticias falsas pueden ser de muchos tipos y presentarse en formatos y contextos diferentes. Pueden partir directamente de un contenido inventado o manipulado; en ocasiones, también puede consistir en un contenido impostor que suplanta fuentes genuinas, o que, aunque el contenido sea real, el contexto en el que se presenta sea falso.

La crisis provocada por la COVID-19 es sin duda un caldo de cultivo perfecto para la propagación de noticias falsas. Tienen su elaboración más sencilla a través de los mensajes de WhatsApp con supuesta información que intentan ocultar los gobiernos, o soluciones ‘caseras’ para la cura de la enfermedad.

El director de Prodigioso Volcán mostró cómo, a diferencia de las noticias reales, los bulos no necesitan tener unos altos estándares de calidad para que sean percibidos como verdaderos y se difundan. Con una imagen y textos en mayúsculas, los ‘memes’ se convierten en algo que funciona. “Al generar noticias con cercanía emocional a las posiciones ideológicas del receptor, aunque la calidad sea baja, la gente las quiere creer, porque es algo sobre lo que ya tienen una idea preconcebida”.

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