Tres expertos independientes ha pedido a EE.UU. que elimine a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo elaborada por el Departamento de Estado, afirmando que es una acción apremiante en el actual contexto de desafíos económicos y humanitarios que enfrenta el país caribeño.
En 2021, el gobierno estadounidense redesignó a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, dando lugar a la ampliación de las restricciones y profundizando el aislamiento internacional del país que dura ya de 62 años como resultado del embargo impuesto también por EE.UU. han señalado los expertos en un comunicado conjunto.
Los relatores especiales firmantes son Alena Douhan, relatora especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales; Cecilia M. Baillet, experta independiente sobre los derechos humanos y la solidaridad internacional; George Katrougalos, experto independiente sobre el orden internacional
A su juicio, esa redesignación supuso una serie de prohibiciones económicas y financieras adicionales con efectos adversos agravados sobre la capacidad del país para satisfacer las necesidades de su población en un momento crítico en el que Cuba afronta serios desafíos económicos.
Los relatores especiales de la ONU han explicado que esas restricciones comerciales adicionales ampliaron la lista de artículos prohibidos e implicaron la suspensión de la asistencia financiera y técnica estadounidense; la oposición activa de EE.UU. al otorgamiento de préstamos a Cuba por parte de instituciones financieras internacionales; y las posibles amenazas de interrupción de la asistencia a otros países que brindaran ayuda a Cuba.
Impacto humanitario
“Dicha redesignación se ha sumado a los desafíos que ya ha enfrentado el pueblo cubano durante los últimos tres o cuatro años y a las perturbaciones debidas a la pandemia de COVID-19, los desastres naturales y los acontecimientos económicos y financieros que han afectado a las cadenas de suministro mundiales y los precios de los productos básicos y la energía”, han detallado. Además, consideran que ha exacerbado la incertidumbre y el miedo entre los países, las empresas y otras partes interesadas en mantener o desarrollar el comercio u otras relaciones con Cuba, y forzado así el cumplimiento de las restricciones.
Esta coerción ha tenido un impacto humanitario grave “que abarca la asistencia humanitaria y para el desarrollo, y la disponibilidad de bienes esenciales, como alimentos y medicamentos”, han apuntado.
Aumenta la inseguridad alimentaria
Los expertos también han destacado el aumento de la inseguridad alimentaria a causa de la inflación de los precios de la comida y la contracción de la producción agrícola resultados de la escasez de combustible y las restricciones a las importaciones de maquinaria agrícola, productos químicos, alimentos para animales y repuestos.
Asimismo, la redesignación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo ha complicado aún más los ya complejos procedimientos de concesión de licencias para la exportación de medicamentos y equipos médicos al país, provocando una escasez que afecta a todos los sectores de la salud prioritarios, entre ellos las enfermedades cardiovasculares, la oncología pediátrica, la oncología, la obstetricia y la ginecología.
Contravención del derecho internacional
La designación unilateral de Cuba es contraria a los principios fundamentales del derecho internacional, incluidos el principio de igualdad soberana de los Estados, la no intervención en los asuntos internos de los Estados y la solución pacífica de las disputas internacionales.
Para terminar, los expertos han recordado todas las resoluciones de las Naciones Unidas que subrayan el impacto humanitario adverso de las medidas coercitivas unilaterales y el amplio apoyo internacional al levantamiento del embargo a Cuba. Por ello, han instado al gobierno de EE.UU a que cumpla plenamente «con todas sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, incluso extraterritorialmente, y a que adopte medidas rápidas para poner fin a dichas medidas”.