Nada. Cero. Ni un solo megavatio. En España no se instaló absolutamente nada de nueva generación eólica durante 2015, algo que no pasaba desde hace casi cuatro décadas. Durante la legislatura de Rajoy se instalarón 1.932 megavatios, una cuarta parte que en el primer Gobierno de Zapatero y menos de un tercio que en el segundo… e incluso menos de la mitad que con el último Ejecutivo de Aznar.

España cerró 2015 sin haber instalado ni un solo nuevo megavatio de energía eólica. Ni un solo nuevo aerogenerador se plantó en el país durante el año pasado, y eso no sucedía desde los años ochenta, cuando el sector siquiera era una industria incipiente. Y es por eso que la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la patronal que agrupa a las grandes empresas del sector nacional, ya consdiera el pasado como «el año más negro de la historia eólica en España».

Una negrura que el sector extrapola al conjunto de la legislatura recién terminada. Una legislatura -la de la moratoria, la del cambio del modelo retributivo, la de los recortes retroactivos, la que dejó sin ninguna ayuda a un tercio de los parques eólicos del país- en que en el país se han intalado 1.932 MW. Una cota que convierte la de Mariano Rajoy en la peor legislatura para el desarrollo del sector desde el primer Gobierno de José María Aznar. En la segunda legislatura de Aznar se instalaron 4.638 MW, y en los dos Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero fueron 8.212 MW y 6.528 MW, respectivamente.

De hecho, «desde que entró en vigor el nuevo sistema retributivo en 2013, sólo se han instalado 27 MW, un 1,4% del total acumulado en la última legislatura», sostiene AEE en un comunicado. Y con estos miembros, la industria eólica española lleva varios años sobreviviendo únicamente gracias a las exportaciones: en 2014 y 2015 ha exportado el 100% de su fabricación.

Más subastas… y con otros criterios

La patronal eólica reclama, para cumplir los objetivos de renovables que impone la UE para 2020, que se den «los pasos adecuados» para hacer realidad las proyecciones de la Planificación Energética del Gobierno, que contemplan la instalación de 6.400 MW eólicos en los próximos cinco años.

«Para intentar cumplir los objetivos en tan poco espacio de tiempo, la AEE considera fundamental recuperar la seguridad jurídica perdida tras la reforma energética, que ha puesto en jaque a numerosos parques y empresas y ha dado lugar a un sinfín de procesos judiciales nacionales e internacionales», apunta la asociación. «Para ello, es necesario modificar determinados aspectos de la regulación, como la posibilidad de cambiar las condiciones económicas –y, con ellas, la rentabilidad razonable– cada seis años».

Y, en paralelo, las empresas también reclaman convocar «cuanto antes» una subasta o un calentario de varias pujas por los 5.900 MW eólicos que aún faltan para cumplir con la planificación y que deberían celebrarse antes de finales de 2017. Y, claro, después del inesperado resultado a la subasta de 500 MW de hace dos semanas, la primera en tres años y en la que todas las grandes eléctricas se quedaron fuera, la AEE -en la que están presentes todas esas grandes eléctricas- pide al Gobierno que corrija algunos aspectos para evitar resultados que «arrojen aún más incertidumbre a la ya complicada situación de la eólica».

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