La acción inicial se ha desarrollado en supermercados y grandes superficies de 20 municipios de toda España. Han añadido pegatinas a productos que, según sostiene la organización, «proceden de macrogranjas y ganadería intensiva». De este modo quieren destapar, una vez más, «la dura realidad de la megaindustria cárnica intensiva; una realidad que trata de ocultar detrás de sus anuncios bucólicos y entrañables: puro greenwashing o lavado verde».
Dice la campaña de Greenpeace que «las etiquetas aportan parte de la información que empresas, como EL POZO, olvidan incluir en su etiquetado: Las macrogranjas donde se hacen estos productos contaminan el agua y dañan el medio ambiente».
Un asunto en el que se hace hincapié es el estado de las aguas, pues más del 50% de las subterráneas analizadas por la Red Ciudadana de Vigilancia están contaminadas por nitratos, el 10% de las mediciones en agua de consumo indican que hay contaminación por nitratos y casi un 30% indican riesgo de contaminación. En nuestro país, ya hay pueblos que se están quedando sin agua potable debido a la contaminación por nitratos, explica la organización. Esta responsabiliza a la ganadería del 19% de las emisiones globales de efecto invernadero (por encima del 14,5% calculado hasta ahora). «Pero la industria se sigue resistiendo a asumir su responsabilidad, busca falsas soluciones como huida hacia adelante y mantiene y perpetúa el mismo modelo industrial».
Emisiones del sector agrario
En España el sector agrario fue el único que incrementó sus emisiones en el 2020 y en gran medida fue debido a las emisiones provenientes de la ganadería. Según cifras del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el sector agropecuario es ya el tercer mayor responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero en España con un 14% de las emisiones totales. «De estas, la ganadería es responsable del 65% de las emisiones, o sea, la gran mayoría. Cabe destacar que el sector agrícola es el responsable del 63% de las emisiones totales de metano – segundo gas de efecto invernadero con más emisiones en España – y la ganadería del 98% de estas. Cuando además vemos que en el estado la mayor parte de las explotaciones son ya industriales sabemos bien que la responsable de este problema es la ganadería industrial».
Sólo queda actuar
Ante esta realidad, comenta Greenpeace, «sólo nos queda actuar… Por ello, hemos querido salir a más de 20 localidades a etiquetar los productos que proceden de la ganadería industrial para que los consumidores y consumidoras sepan de dónde viene la carne que comen y cómo esas explotaciones industriales contribuyen a la destrucción de nuestro entorno. Es una llamada a actuar ya, nos gustaría contribuir a sensibilizar a la población del daño que está ocasionando este modelo».