El progreso de un país se logra trabajando de manera integrada en todos los sectores y ámbitos que lo componen. El factor economía es un elemento importante a la hora de avanzar, pero la realidad es que la construcción de una sociedad digna no solo se limita a él.  Además de lo financiero, lo cual es esencial, los países necesitan una estabilidad social que se construye disminuyendo los índices de violencia, atracos, asesinatos, actos de corrupción y desacato a las leyes establecidas, entre otras cuestiones.

República Dominicana, desde la llegada del presidente Luis Abinader a la Presidencia, ha ido transformándose en distintos ámbitos. En el económico ha tenido un rotundo éxito a pesar de la crisis sanitaria que paralizó al mundo, como, también, las situaciones geopolíticas que han puesto en jaque las economías.

En relación al respeto y la preservación de la libertad de expresión y prensa, República Dominicana escaló significativamente en el ranking del Índice de Chapultepec. Esta situación constituye un logro para la nación, ya que este elemento da paso a mantener la democracia y, por ende, se puede dar a conocer cualquier barbarie que un ente de la sociedad cometa de manera ilegal o poco ético, además tan importante ámbito no da cabida a un gobierno totalitario en donde sus integrantes pueden hacer lo que quieran por no tener régimen de consecuencias.

Otro tema tratado durante la actual gestión del mandatario dominicano es la lucha contra la corrupción, en diferentes vertientes, como es la corrupción administrativa, por citar una de ellas. En el país caribeño, en tan solo aproximadamente los dos años de la actual administración, se han sometido a la justicia diferentes casos por presuntamente hacer uso de manera ilícita de los fondos del Estado.

El combate contra el narcotráfico es otro asunto que se ha priorizado en estos últimos años de gobierno de Abinader. Tal como publicó Diario16, por desgracia, la situación geográfica de República Dominicana coloca al país como un punto caliente para las organizaciones del narcotráfico, sobre todo porque el país se podría convertir en una especie de centro logístico de cara al transporte de la droga desde los países productores en Sudamérica y los receptores, principalmente Europa Estados Unidos.

Las autoridades dominicanas actuales no se esperan de manos cruzadas a que los problemas se agudicen, sino que están atentos a los comportamientos inapropiados por insignificantes que parezcan. No se quedan a la espera de que surjan grandes cargamentos de sustancias ilícitas para después actuar, sino que ponen atención al microtráfico, que de igual forma genera inestabilidad en la sociedad, llegando hasta tal punto que actúa como vitamina para los comportamientos indignos y graves.

Solo en el mes de febrero, operativos realizados por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en conjunto con la Policía Nacional y coordinados por el Ministerio Público, lograron sustraer de las calles más de 232.000 gramos de diferentes sustancias ilícitas, como resultado de más de 17.000 operativos y allanamientos en distintas localidades dominicanas.

Una sociedad solida se edifica cuando sus principales autoridades comprenden que su composición es un conjunto y por lo tanto cada elemento es pieza fundamental. Si uno falla, interfiere en el buen funcionamiento de los demás. El presidente Luis Abinader es conocedor de ello y por eso actúa en los diferentes entornos de la República Dominicana, garantizando con esto el bienestar para el pueblo dominicano.

Los grandes logros del país caribeño obtenidos en la gestión de Abinader quedan evidenciados con los hechos.

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