Todo comenzó cuando Ecologistas en Acción de Almería pidió al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que señalara una fecha para iniciar la limpieza de radiactividad de Palomares, pero no atendió esta petición. Entonces, la organización presentó un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional para que se obligase al CSN a ordenar la limpieza de Palomares, pero la Audiencia Nacional, con el voto en contra de dos magistrados, resolvió que éste no tiene competencias para ordenar la limpieza.
Ahora el Tribunal Supremo ha admitido a trámite un recurso de casación presentado contra la sentencia por parte de Ecologistas en Acción, pidiendo que esta se revoque, «puesto que el CSN es quien tiene la competencia para ordenar la limpieza de Palomares». Por esta razón, el alto tribunal tendrá que decidir sobre el alcance de las competencias de este organismo.
La defensa del CSN corre a cargo de la Abogacía del Estado. «Sorprende que habiendo presentado el PSOE una Proposición No de Ley pidiendo que se limpie Palomares no se den instrucciones a la Abogacía del Estado para que no se oponga a la limpieza», explican.
El CSN creado por una ley especifica, actúa como un Ente de Derecho Publico independiente, incluso tiene capacidad para publicar normas en el BOE que son de obligado cumplimiento, «luego lógicamente puede ordenar la limpieza de Palomares mediante su publicación en el BOE, o mediante un simple oficio». Si el Tribunal Supremo atiende las peticiones de la Abogacía del Estado y acuerda que el CSN sólo tiene capacidad informativa y que carece de capacidad ejecutiva, se creará un problema enorme pues el CSN se quedará vacío de competencias y el Estado tendrá que crear un nuevo organismo que asuma las competencias ejecutivas que hasta ahora viene desarrollando el CSN.
Mientras se discute sobre quién debe ordenar la limpieza, el plutonio se está transformando en Americio «que es mucho más peligroso, lo que no parece importarles a las autoridades competentes sino todo lo contrario pues de acuerdo con el voto particular de dos magistrados de la Audiencia Nacional, Palomares es un laboratorio a cielo abierto donde se está experimentando con seres vivos, incluidos los humanos. Quizá sea ese el motivo real de no limpiar Palomares pues si limpian la radiactividad se quedarían sin el laboratorio», concluyen.