De esta causa, aquel efecto. Telefónica ya avisó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de que si mantenía en firme su regulación mayorista de los mercados de banda ancha, estos frenarían su inversión en el despliegue de infraestructuras. El regulador ha seguido adelante. Turno de Telefónica.

No se podrá decir que no estaban avisados. De hecho, esta misma semana el diario ‘Expansión’ se hacía eco sobre el recorte del 20% que llevaría a cabo Telefónica en su inversión en fibra si finalmente salía adelante la regulación mayorista de los mercados de banda ancha. Así, este jueves, la CNMC ha aprobado la medida definitiva para la regulación de estos mercados (Mercados 3a, 3b y 4 de la Recomendación de Mercados de la Comisión Europea). 

Según manifiesta el regulador en un comunicado, la decisión se ha llevado a cabo tras recibir los comentarios de la Comisión Europea, el Ministerio de Industria y el Ministerio de Economía. Así, la CNMC ha decidido mantener obligaciones diferenciadas para las redes de cobre y fibra óptica de Telefónica. También se establecen distintas obligaciones en función de la presión competitiva que existe en cada zona geográfica (criterio de segmentación geográfica). 

La CNMC ha ampliado la zona identificada como competitiva en redes de nueva generación (redes de fibra óptica hasta el hogar y redes de cable coaxial DOCSIS 3.0) a 66 municipios, que equivale al 35% de la población. En estos municipios existen un mínimo de 3 operadores desplegando simultáneamente redes de nueva generación. El alcance de esta zona se mantendrá fijo hasta la siguiente revisión del mercado. 

Dado que en estos 66 municipios existe competencia suficiente en redes de nueva generación, no habrá obligaciones regulatorias sobre la red de fibra óptica de Telefónica. Se mantiene en todo caso el acceso regulado a la red de cobre y a las infraestructuras de uso civil de Telefónica (que son un elemento clave para que los operadores alternativos puedan desplegar sus propias redes de nueva generación), con unos precios orientados a costes.

En el resto del territorio, Telefónica deberá tener disponible en el plazo de 18 meses una oferta mayorista de acceso virtual a su red de fibra óptica (NEBA local). 

Por otra parte, como una especie de guiño a Telefónica, aunque parece que no bastará, el regulador se compromete a seguir vigilando la evolución de los mercados de banda ancha, “con el fin de identificar si las presiones competitivas se sostienen en el tiempo y en qué medida restringen la capacidad competitiva de los operadores”.

En principio, y de conformidad con la normativa europea y española, se prevé que la próxima revisión del mercado se lleve a cabo en tres años. No obstante, según aseguran desde el propio regulador, esto es más un deseo que una realidad. El ejemplo ha sido esta última revisión, donde se ha tardado más de un lustro.

listado de ciudadades «competitivas»

Estas son las ciudades donde Telefónica no tendrá que abrir su red de fibra.

Albacete, Alboraya, Alcalá de Guadaíra, Alcalá de Henares, Alcorcón, Alacant, Almería, Alzira, Arganda del Rey, Badalona, Barcelona, Burgos, Cádiz, Castelló de la Plana, Cerdanyola del Vallès, Córdoba,  Cornellà de Llobregat, Coslada, Dos Hermanas, Elx, Fuengirola, Fuenlabrada, Getafe, Gijón, Granada, Granollers, Guadalajara, L’Hospitalet de Llobregat, Huelva, Jaén, Jerez de la Frontera, Leganés, León, Lleida, Logroño, Madrid, Málaga, Mataró, Mislata, Móstoles, Murcia, Oviedo, Palencia, Parla, Paterna, Pinto, Reus, Las Rozas de Madrid, Sabadell, Salamanca, Sant Vicent del Raspeig, Sant Adrià de Besòs, Santa Coloma de Gramenet, Sevilla, Tavernes Blanques, Terrassa, Toledo, Torrejón de Ardoz, Torrent, Valdemoro, Valencia, Valladolid, Vigo, Vilafranca del Penedès, Vila-real y Zaragoza. 

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