Muchas consecuencias políticas se pueden extraer de las elecciones catalanas celebradas el domingo. Y la dirección del PSOE ya ha echado sus cuentas a nivel nacional. El éxito de Ciudadanos y el hundimiento de Podemos el 27-S hacen que los socialistas preparen un giro en su estrategia de pactos para las elecciones generales, según cuentan a SABEMOS fuentes del partido del puño y la rosa. Si la aritmética electoral lo permite, Ferraz apuesta por el partido naranja como su socio preferente para desbancar al PP de Mariano Rajoy tras la cita con las urnas del próximo mes de diciembre.

Los estrategas de la sede de la calle Ferraz lo tienen claro: los comicios catalanes confirman que Pedro Sánchez es un firme candidato para ganar la próxima batalla electoral.

Los cálculos que realiza la dirección socialista parten de la base de que el desplome de Podemos –al que apuntan las encuestas de los últimos meses- llevará muchos votos a las urnas del PSOE, mientras que el avance de Ciudadanos –confirmado por la elecciones del pasado domingo- se produce a costa del PP.

La Ejecutiva socialista tiene en cuenta dos importantes premisas para configurar su estrategia de pactos: por un lado, la predisposición de Ciudadanos a pactar con el PSOE, confirmada por el acuerdo alcanzado en Andalucía, que hizo a Susana Díaz presidenta de la Junta; y, por otro, el rechazo que Albert Rivera siente hacia Mariano Rajoy, al que considera un obstáculo para la regeneración política y la renovación generacional.

Además, el pacto con Ciudadanos evitaría al PSOE la conformación de un frente amplio de izquierdas para desbancar a Rajoy, que llevaría a los socialistas a ser rehén de las ocurrencias radicales de sus socios.

En este punto, las fuentes consultadas por este periódico digital recuerdan lo ocurrido con Montilla y Antich en Cataluña y Baleares durante legislaturas autonómicas pasadas, cuando los pactos de gobierno con varios y variados partidos de la izquierda terminaron pasando factura a los socialistas en las urnas.

Por último, con su cambio de estrategia, la dirección socialista atiende a la vieja guardia del partido, que en los últimos meses no se ha cansado de alertar sobre el coste que supone para el PSOE una política de pactos sustentada en acuerdos con los nuevos partidos de izquierda, auténticos adversarios en la pugna por atraer al electorado del mismo espectro ideológico.

“Rivera lidera una derecha con la que nos podemos entender”

Así las cosas, Pedro Sánchez se ha puesto ya manos a la obra en ese cambio de estrategia de los socialistas. En una entrevista concedida a Antena 3 –la primera que el secretario general concede a un medio de comunicación tras los comicios del domingo- Sánchez se encargó de dejar claro su disposición al acuerdo con Ciudadanos y su alejamiento de Podemos.

El líder de la oposición -que sólo excluye de la ecuación un pacto con el PP- reconoció que Albert Rivera lidera una derecha con la que los socialistas se pueden entender. Como ejemplo de sus palabras, Pedro Sánchez citó el “sí” de Ciudadanos a la reforma constitucional que el PSOE trata de pilotar.

Aunque aseguró que no se ha puesto en contacto con Rivera tras las elecciones catalanas, el secretario general del PSOE reconoció que en los últimos meses se “han mensajeado alguna vez”, al tiempo que se comprometió a hablar con él “las veces que sean necesarias” para sacar adelante la actualización de la Carta Magna.

De la misma forma que corteja a Albert Rivera, el líder socialista se distancia del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. Ayer, durante la entrevista en Antena 3, quiso dejar claro a la opinión pública que se siente defraudado con el líder del partido morado, porque les ha negado el apoyo en algunos municipios donde se podían haber conformado mayorías de izquierda, como es el caso del Ayuntamiento de Gijón.

Además, Pedro Sánchez se encargó de marcar distancias, recalcando las decisiones políticas adoptadas por los movimientos ciudadanos próximos a Podemos con las que no está de acuerdo.. En este punto, citó la retirada del busto del Rey emérito en la corporación de Barcelona.

Los barones del PSOE hacen piña con Sánchez

La verdad es que el secretario general del PSOE es un dirigente político con estrella. Si José Luis Rodríguez Zapatero tenía baraka, él cuenta con la suerte de su lado. Tal vez sea necesario acudir a la divina providencia para explicar lo que le ha ocurrido al dirigente socialista en las dos últimas citas electorales.

En los comicios autonómicos y municipales de mayo, con los peores resultados para el PSOE de los últimos 35 años, los socialistas fueron los grandes triunfadores, al conquistar grandes cotas de poder territorial a costa del PP y gracias al acuerdo con los nuevos partidos de izquierda. En las elecciones catalanas, con los peores registros en la historia del PSC, los socialistas consiguieron salvar los muebles por el simple hecho de que las encuestas vaticinaban un batacazo mayor.

En este escenario de tranquilidad se enmarca la reunión que el Consejo de Política Federal del PSOE celebró ayer bajo la presidencia de Susana Díaz. Pese a los nada buenos resultados electorales, ninguna voz crítica se alzó contra el secretario general del partido. Ni siquiera la de la presidenta de la Junta de Andalucía.

Dando por buena la lectura que Pedro Sánchez ha hecho de los comicios catalanes, los barones el partido aprobaron una declaración en la que dejan claro que la situación de división en esa comunidad autónoma debe resolverse desde el respeto a la legalidad, el diálogo y las reformas.

Además, los dirigentes territoriales del PSOE otorgan su plena confianza en Sánchez al insistir en que España necesita una reforma de la Constitución para actualizar y perfeccionar el Estado de las autonomías y avanzar hacia el federalismo.

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