• El presidente del Gobierno se volverá a ver este jueves con Rivera para trasladarle la decisión del Comité Ejecutivo de su partido.
  • Génova ni siquiera ha entrado a valorar las exigencias previas que impuso Ciudadanos hace una semana y por las que se supone que convocó este cónclave.
  • Rajoy elude decir si está dispuesto a asumirlas en bloque, matizarlas o rechazarlas e insiste en que «lo urgente es formar Gobierno».
  • Pedro Sánchez califica de «tomadura de pelo» la comparecencia y el número dos de Rivera le quita hierro: «Ya sabemos que a veces le cuesta tomar decisiones».

Ni respuesta a las condiciones de Albert Rivera ni anuncio de una fecha para la sesión de investidura. El Comité Ejecutivo Nacional del PP ha concluido su reunión de este miércoles sin despejar las dos incógnitas que obstaculizan la apertura de negociaciones entre este partido y Ciudadanos, motivo por el que se convocó. Hace ocho días, el partido naranja supeditó el inicio de ese proceso a la aceptación por parte de Mariano Rajoy de seis medidas anticorrupción y una «condición logística» -el compromiso explícito por parte del candidato de ir a la investidura, con «fecha y hora»-, se las trasladó al interesado en persona a la jornada siguiente y este respondió que era materia para elevar a la dirección del PP. Una semana después, el máximo órgano del partido se ha reunido durante dos horas sin concluir nada más que avalar el inicio de esas conversaciones.

«El PP no ha venido a hablar de condiciones», ha zanjado el presidente en comparecencia de prensa posterior. Su partido se ha limitado a darle permiso para que negocie con Rivera, ha continuado, sin entrar en el detalle de si las exigencias se han de aceptar, rechazar o matizar. Hay que recordar que C’s ha reiterado hasta hoy mismo que la asunción de las mismas, «sin retoques», es innegociable como paso previo para sentarse a hablar. Rajoy se niega a que le marquen los tiempos y la pauta, ha anunciado que pedirá una nueva cita con Rivera para informarle de la decisión de Génova y será entonces cuando le proponga iniciar una negociación en busca del pacto de investidura. ¿Asumiendo las condiciones previas? «Podemos aceptar muchas cosas o no», ha respondido, pero eso se irá viendo una vez constituida la mesa de diálogo.

Sobre la posible fecha para esa sesión, Rajoy ha explicado que quiere consultarlo con el líder de la oposición, Pedro Sánchez. Considera positivo saber «cuál es su criterio, conocer la opinión de todos» antes de tomar una decisión. Asimismo, ha insistido en la necesidad de que el PSOE se avenga a negociar con él, como hizo Ciudadanos la semana pasada -«sin ese paso, no es posible que la investidura pueda salir adelante»- y ha apelado de nuevo a la «responsabilidad de todos» para tratar de desbloquear la situación.

Su objetivo es sumar 170 apoyos del Congreso –propios, de C’s y de Coalición Canaria, con quien también está en conversaciones- y que al menos 11 abstenciones adicionales le permitan gobernar. De no lograrlo, ha vuelto a insistir, la alternativa es unas nuevas elecciones y provocar una situación de bloqueo como no se conoce en Europa «después de la Segunda Guerra Mundial».

Sánchez, indignado; C’s, «optimista»

La respuesta de Pedro Sánchez ha llegado a los pocos minutos. Tras reunir a su Ejecutiva y seguir la rueda de prensa de Rajoy, el líder del PSOE ha comparecido en el Congreso visiblemente indignado. A su juicio, la comparecencia del jefe del Ejecutivo en funciones ha sido «impropia de un candidato a la presidencia del Gobierno». «Una tomadura de pelo» que profundiza en una actitud que «boicotea la investidura» y mantiene «cautivo» a un sistema ya muy desacreditado por diez meses de bloqueo institucional.

«Ni el señor Rajoy ni nadie tiene derecho a mantener cautivo a la democracia y a las instituciones», ha añadido antes de aseverar que el PSOE sigue y seguirá decidido a votar en contra de su investidura. «A diferencia de otras formaciones políticas, nosotros decimos antes y después de las elecciones lo mismo», ha dicho dos veces en clara referencia a Ciudadanos. Sánchez exige «respeto» a la postura de su partido, pide a Rajoy que «demuestre» si es capaz o no de lograr una mayoría suficiente y le exige que anuncie ya el día en que pedirá la confianza del Congreso. En este punto, el líder socialista ha dado un ultimátum: si el viernes sigue sin despejarse la incógnita, presentará una iniciativa en la Cámara para instar a la presidenta, Ana Pastor, a fijar la fecha del pleno de investidura y acabar con la «indefinición».

Ciudadanos cree que Rajoy dará el jueves el ‘sí’ a las condiciones de Rivera, incluida la de fijar la investidura

Ciudadanos, por su parte, ha rebajado mucho el tono en su respuesta. Por boca del número dos del partido, José Manuel Villegas, ha expresado su sorpresa por las «no noticias» que han llegado de Génova. Ellos esperaban una respuesta clara a las condiciones y les choca que el PP ni haya abordado la cuestión. Pese a ello, han concretado una entrevista personal Rajoy-Rivera (cuarta del verano) para el jueves a las 13h, a la que acudirán no para negociar nada sino para saber si se aceptan sus condiciones. «Esperamos hasta mañana», ha dicho un Villegas que será «optimista al menos 24 horas más».

Si Rajoy mantiene la misma actitud, rechaza las propuestas de C’s o continua sin fijar la investidura, Rivera no explorará un pacto de investidura. «No podemos romper una negociación que no se ha iniciado, no nos podemos levantar de una mesa en la que no nos hemos sentado», ha explicado su número dos, simplemente la negociación sería no-nata.

Ciudadanos no pone «fecha de caducidad» a su mano tendida, aunque entiende que es mejor cuanto más se acorten los plazos y que se han «perdido estos siete días». «Ya sabemos que a veces le cuesta tomar decisiones», ha indicado Villegas dos veces sobre Rajoy, dando la impresión de que confía en un pronto ‘sí’ a las exigencias del partido naranja. Tampoco ha querido calificar la rueda de prensa del líder del PP, rehusando hacer suyos los calificativos de Sánchez, ni cree que el presidente esté utilizando la mano tendida por Rivera para dilatar los tiempos: «Tampoco es que tengamos esa sensación».

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