En la República Democrática del Congo se plantan árboles para ayudar a mitigar el cambio climático. © UNICEF/Josue Mulala

Por fin un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es considerado un derecho humano. Así lo ha declarado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que exhorta a todos los Estados «a trabajar juntos, en conjunto con otros actores, para implementarlo».

La resolución fue aprobada con 43 votos de apoyo y cuatro abstenciones: Rusia, China, India y Japón. Costa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza auspiciaron el texto.

El Consejo también establece, en una resolución separada, una nueva relatoría dedicada específicamente al impacto del cambio climático en los derechos humanos.

La Asamblea General de la ONU discutirá próximamente el tema para considerar si adopta una resolución semejante.

Decisión histórica

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha instado a los Estados a tomar medidas audaces para dar efecto “rápido y real” al derecho a un medio ambiente saludable.

Michelle Bachelet ha invitado a que la resolución “sirva como trampolín para impulsar políticas económicas, sociales y ambientales transformadoras que protejan a las personas y a la naturaleza”. Para Bachellet «la decisión del Consejo es histórica». Ella había solicitado el reconocimiento con anterioridad y afirma que «el derecho a un medio ambiente limpio tiene que ver con la protección de las personas y el planeta: el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos”.

“También se trata de proteger los sistemas naturales, que son condiciones previas básicas para la vida y el sustento de todas las personas, dondequiera que vivan”, argumenta, sin obviar que la declaración de este derecho reconoce, a todas luces, la degradación ambiental y el cambio climático como crisis de derechos humanos interconectadas. Asimismo, prosigue, «el texto resalta que los segmentos de la población en mayor situación de vulnerabilidad se ven afectados de manera más aguda«.

La lucha de los pueblos indígenas clave en la resolución PNUD

Años de trabajo incansable

Bachellet considera que la decisión del Consejo de Derechos Humanos «rinde homenaje a décadas de arduos esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil y de los pueblos indígenas, así como de las instituciones nacionales de derechos humanos, las empresas, los ambientalistas, los activistas y todas las personas que han abogado por el pleno reconocimiento internacional de este derecho». También tiene palabras para los defensores de los derechos ambientales. Pide a los Estados «que les protejan y empoderen», recordando que el año pasado un número sin precedentes de ellos fueron asesinados o sufrieron ataques.

Justicia ambiental

Por su parte, la directora ejecutiva del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, asevera que la resolución es “un hito decisivo para la justicia ambiental”, pues se trata de un derecho que tiene su origen en la Declaración de Estocolmo de 1972. «Por eso resulta alentador que cincuenta años después se reconozca formalmente a nivel mundial mediante una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, explica Inger Andersen.

No pueden quitarles la naturaleza

Añade que esta decisión envía un mensaje a los mil millones de niños «que corren un riesgo altísimo de sufrir el impacto del cambio climático. Un medio ambiente sano es su derecho. Nadie puede quitarles la naturaleza, el aire y el agua limpios, ni un clima estable”.

Andersen también se refiere a la resolución como «un paso definitivo para transformar al planeta en un hogar seguro y justo para todos». Termina denunciando que “las agresiones físicas, las detenciones, los arrestos, las acciones judiciales y las campañas de desprestigio son la cotidianidad de estos grupos de ciudadanos, pueblos indígenas y otros.» Y agrega una cifra para la reflexión: «sólo en 2020 fueron asesinados más de 200 defensores del medio ambiente» en todo el mundo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí