El pleno del CSN arremete, en un inusual comunicado, contra la asociación de profesionales del cuerpo técnico, ASTECSN, y acusa a sus miembros de filtrar a la prensa información sobre los fallos de la central de Almaraz. La asociación, que viene desde hace meses denunciando la politización y falta de independencia del centro, niega ser el origen de las informaciones.

A mediados del año pasado –en plena polémica por las prisas por impulsar el cementerio nuclear y la reapertura de la central de Garoña- nacía la Asociación de Técnicos de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ASTECSN) y lo hacía para defender a esos técnicos de las presiones procedentes de la dirección del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y para denunciar malas prácticas en el organismo.

Desde entonces, desde el ASTECSN se ha venido denunciando la politización y falta de independencia del supervisor de la seguridad nuclear y las presiones que sufren los técnicos cuando sus informes son contrarios a los intereses de las eléctricas. E incluso la dirección del CSN ordenó una suerte de investigación interna para determinar el origen de esas denuncias por si se había cometido alguna infracción al hacerlas públicas.

Ayer, en un inusual comunicado, el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear –el órgano colegiado de cinco miembros que adopta las decisiones del centro- amenazaba con emprender acciones legales contra los responsables de una filtración a la prensa sobre fallos en el funcionamiento de la central de Almaraz. Y el comunicado es inusual, uno, por vincular de manera implícita a la asociación de técnicos con la supuesta filtración sobre Almaraz; y dos, por la dureza con que se critica a la propia ASTECSN.

El pasado 3 de febrero, una información en el diario El País desvelaba el contenido de una nota informativa elaborada por cinco técnicos del CSN en la que se advertía de que no había “suficientes garantías” de que el sistema de refrigeración de la central de Almaraz (Cáceres) pueda funcionar con normalidad, tras dos averías en las bombas de agua. Esos cinco técnicos que firmaban el texto eran los que habían realizado las inspecciones de la central tras dos averías en pocos meses.

Y un día después de la noticia de El País, el CSN emitió un comunicado en el que se constataba que la dirección técnica del organismo contradecía las conclusiones de los inspectores y confirmaba la seguridad de la central, a la espera de disponer más información de la central sobre las causas de los fallos. Ayer mismo, en su último comunicado, el CSN confirmaba que no pediría actuaciones adicionales a la central cacereña, aunque aún está a la espera de información adicional.

Y el resto del comunicado, aprobado por unanimidad en el pleno del CSN, sirve para cargar contra ASTECSN, vinculando así a la asociación de manera implícita (pero evidente) con la filtración de la nota informativa de los técnicos a la prensa. La cúpula del CSN subraya que no se conoce quiénes son los integrantes de la asociación, sólo a su comité de dirección; insinúa que sólo respaldan a la asociación una veintena de los 200 técnicos nucleares del organismo; acusa a ASTECSN de pronunciarse “en paralelo” sobre materias evaluadas por el CSN tanto con comunicaciones directas al pleno “fuera de los procedimientos establecidos” o filtrando información interna a los medios de comunicación…

“Actuaciones, cuanto menos, muy criticables desde el punto de vista regulador, ya que se trata de una manera de proceder inorgánica y nada transparente, ya que las valoraciones, pretendidamente técnicas, se realizan bajo la cobertura de la Asociación, pero desde el anonimato de su autor o autores”, señala la cúpula del CSN, que dice confiar plenamente en el cuerpo técnico del centro y en su trabajo. El pleno advierte que ha puesto en conocimiento de sus asesores jurídicos la filtración sobre Almaraz y “se reserva las acciones legales que se pudieran derivar”.

Desde la propia ASTECSN, su presidenta, Nieves Sánchez Guitián, considera que el comunicado es “amenazante” y un ejemplo más de la “cultura del miedo” que se trata de imponer en el CSN para acallar las discrepancias, para cuya articulación dentro del supervisor “no existe un procedimiento adecuado para dirimirlas”.

Pero, en cualquier caso, la asociación niega la mayor y “desmiente rotundamente” la insinuación del pleno de que ASTECSN sea responsable de haber hecho llegar a los medios de comunicación la nota informativa de los técnicos sobre los fallos de Almaraz. Y limita su papel en el asunto a la elaboración de dos cartas técnicas sobre la seguridad en la central de Almaraz que se han hecho llegar directamente al pleno, “y no las hemos hecho públicas”, aclara Sánchez Guitián en declaraciones a SABEMOS.

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