Mientras en los países más ricos por estas fechas miles de personas emprenden un trayecto en coche, en tren o en avión para reunirse con su familia y pasar juntos las fiestas navideñas, hay cientos de personas que se embarcan en un trayecto que les puede llevar de la guerra a la paz y de la pobreza a una vida mejor. Pero son muchos los que se quedan en el camino. Los datos son cada vez peores y 2021 se cierra con 1.700 migrantes muertos en las costas del Mediterráneo, el doble que el año anterior.

Cerca de Libia

Durante el pasado fin de semana al menos 15 personas han muerto ahogadas junto a la costa de Libia. Se trataba de una frágil embarcación ocupada por 35 personas y que había sido puesta al mar por las mafias dedicadas al contrabando en el noreste de Libia, según ha informado el director de la Media Luna Roja en la ciudad de Khums, Mohamad Abushaala.

Más muertos

Los últimos días están resultando fatídicos en las cercanías de Libia. La semana pasada, se contabilizaron al menos 163 fallecidos junto a sus costas al naufragar dos embarcaciones. En la primera desaparecieron 102 personas frente a la localidad de Surman, los cuerpos sin vida comenzaron a llegar a las costas del país norteafricano, según informó la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). También se se recuperaron los cuerpos de 61 personas fallecidas en el mar, cerca de Sabratha, durante un operativo en el que unas 210 personas fueron devueltas a Libia

El virus del olvido

La ruta conocida como la del Mediterráneo Central supone uno de los trayectos que más vidas migrantes se cobra cada año. Según datos de OIM, ya son más de 23.000 personas las que han muerto o desaparecido desde que en 2014 comenzaron los registros. El virus al que se enfrentan los migrantes se llama olvido y los habitantes de los países más ricos estamos demasiado infectados como para darnos verdadera cuenta del drama que se vive muy cerca nuestro.

Fuente: Diario16

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